La variante a gas natural comprimido (GNC) del anterior Seat León triunfó con una fórmula infalible: precio de venta asequible, etiqueta ECO de la DGT y un coste por kilómetro realmente bajo. Ahora, la cuarta entrega del compacto español copia esa ecuación y suma a su gama este Seat León TGI que se postula como una alternativa sostenible que no depende de la electrificación. Desde la desaparición del León de tercera generación, únicamente el Ibiza y el Arona se ofrecían con mecánicas a gas, en su caso, un bloque 1.0 TGI de 90 caballos.
Un León de etiqueta
El nuevo León, por su parte, emplea el motor 1.5 TGI de 130 caballos, que puede asociarse a un cambio manual de seis velocidades o a uno automático DSG de siete relaciones. Tanto por fuera como por dentro, el León TGI es idéntico a cualquier versión gasolina o Diesel, de hecho, está disponible con las carrocerías de cinco puertas y familiar, denominada Sportstourer, así como con los acabados Style, Xcellence y FR, este último de corte deportivo.
Uno de los principales atractivos del León TGI es el distintivo medioambiental ECO de la DGT, pero su mayor ventaja es lo que cuesta moverse con él, puesto que, al precio actual del GNC –alrededor de 0,80 euros por kg–, es posible hacer 100 kilómetros por unos 3 euros porque el consumo medio real se sitúa en el entorno de los 4 kg/km de GNC. Teniendo en cuenta que la capacidad total de sus tres depósitos de gas es de 17,3 kg, puede recorrer más de 400 kilómetros únicamente con GNC. La autonomía total supera los 500 kilómetros porque tiene un depósito de gasolina con solo 9 litros de capacidad.
En lo que respecta al rendimiento, sus 130 caballos y 200 Nm de par son más que suficientes para moverse con soltura. En la primera toma de contacto, nos pusimos al volante de un León cinco puertas con el acabado FR y el cambio automático DSG para completar un recorrido de 60 kilómetros que combinaba carreteras secundarias con tramos de ciudad. En ningún momento echamos de menos más empuje, todo el tiempo nos movimos con GNC y el consumo medio que obtuvimos fue de 3,9 kg/km de GNC.
Sin mayores complicaciones
En marcha, se conduce exactamente igual que un León de gasolina y ofrece el mismo confort de marcha, con un bajísimo nivel de rumorosidad y cero complicaciones, por lo que es más sencillo de conducir que un León e-HYBRID híbrido enchufable. Tampoco es complicado repostar cuando los depósitos de GNC se agotan. Junto a la boca del depósito de gasolina, hay otra más pequeña a la que se conecta la manguera del surtidor de gas y el proceso de repostaje se completa en unos pocos segundos.
En este sentido, también es más sencillo que un modelo híbrido enchufable porque no requiere tanto tiempo para volver a tener el 100% de autonomía. Eso sí, hay que tener claro dónde repostar porque, aunque la red de 'gasineras' ha crecido mucho en los últimos meses, todavía quedan zonas en las que no es posible repostar GNC; en cualquier caso, en abril de 2021 hay 103 estaciones de gas natural en la península, por lo que ya hablamos de una buena red de abastecimiento, especialmente en grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.
¿Y qué hay del precio? Pues bien, teniendo en cuenta que el León TGI está exento de pagar el impuesto de matriculación, su precio de partida es de 26.250 euros sin descuentos, cifra que puede reducirse hasta los 20.050 euros con todas las campañas disponibles, incluido el Plan MOVES III. La variante Sportstourer arranca en 29.110 euros sin descuentos.
A favor: precio con descuentos, coste por kilómetro, dos carrocerías disponibles.
En contra: autonomía total escasa, escasez de GNC en la actualidad
