Hasta hace muy poco tiempo, comprar un coche eléctrico significaba hacerte con un modelo de estética cuanto menos particular, como sacado de una película de ciencia ficción de los años 90. Hoy sin embargo tengo el placer de presentaros al modelo que ha roto con esta filosofía, un Peugeot e-2008 que es tan atractivo como sus variantes con motor de combustión (con este acabado GT incluso más) y que se posiciona de momento como el único SUV urbano 100% eléctrico del mercado....

¿Estás seguro de eso, Jose? Pero, ¿qué haces con un Mazda ahí, Borja?

No se si recordarás que en una de nuestras últimas pruebas juntos casi no me dejaste tocar el Mazda 3 así que hoy me he hecho con este precioso MX-30 que como puedes ver, es un SUV muy urbanita y 100% eléctrico. Sí, quizá no tenga una estética convencional como tu Peugeot, pero igual estamos ante el primer punto a favor de mi coche, ¿no crees?

Bueno, pues no se hable más, ¡dentro comparativa!

Proporciones parejas

El Peugeot e-2008 que pensaba probar en solitario hoy mide 4,30 metros de largo por 1,77 de ancho y 1,53 de alto, emplea un chasis con una distancia entre ejes de 2,61 metros y declara un peso en orden de marcha de 1.623 kilos. A nivel mecánico, su motor declara 136 caballos de potencia y 260 Nm de par máximo y está alimentado por un batería de iones de litio con 50 kW de capacidad. Esta última se puede cargar a una potencia de hasta 100 kilovatios por lo que teóricamente, se llena del 0 al 80% en 30 minutos.

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Diego Rueda//Car and Driver

Al Mazda MX-30 podríamos encuadrarlo teóricamente en un segmento superior, pero es que solo mide 9,5 centímetros más de largo y 2,5 de ancho y alto. Sus dimensiones exactas son 4,40 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,56 de alto, con una distancia entre ejes que se sitúa en los 2,66 metros y un peso de 1.720 kilos. Si a esto le unimos que su motor entrega 145 caballos y 271 Nm de par máximo y su batería presenta una capacidad de 35,5 kWh –con un tiempo estimado de carga al 80% en 36 minutos a 50 kW de potencia–; tenemos como resultado dos coches de características realmente parejas sobre el papel porque durante nuestra prueba, tuvimos experiencias de carga tan distintas como contradictorias con ambos modelos. Situados en el mismo punto de carga rápida y con sus baterías al 40%, las velocidades de carga fueron siempre inferiores a las indicadas. Tras el mismo tiempo conectados, 25 minutos, desenchufamos el Peugeot con un 95% y el Mazda con un 81%.

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Diego Rueda//Car and Driver

Hora de descubrirlos por dentro

Pues aquí estamos en el e-2008 en el cual nos encontramos con la última evolución del famoso i-Cockpit de Peugeot. Hay que decir que esta configuración de volante pequeño y achatado tanto en su parte superior como en la inferior, en una posición más baja de lo habitual, permite que el cuadro de instrumentos se vea justo por encima. Hay muy poquito espacio para distinguir el cuadro de mandos, pero esto a la vez le ha permitido a la marca retirar, en la mayoría de las ocasiones, el head-up display. Esto se debe a que el citado cuadro se queda siempre en una perspectiva muy parecida a la carretera, eso sí, siempre que situemos el asiento del conductor en su posición más baja y lo mismo pasa con el volante.

Entre todos los coches que hemos probado con este mismo i-Cockpit hay que destacar que en este modelo no hemos conseguido encontrar ese confort que nos gustaría, quizás por el poco espacio existente entre las piernas y el volante. Aun así, es una configuración a la que te acabas acostumbrando con bastante facilidad. En cuanto a los acabados del e-2008, cabe destacar el buen trabajo realizado por la marca dado el segmento que estamos tratando (B), especialmente en la parte superior del salpicadero. También es importante destacar lo tecnológico que es este coche, con un cuadro de mandos con tecnología 3D que funciona especialmente bien por la noche y que destaca en diferentes niveles la información que le solicitamos. No obstante, es verdad que algunos brillos del sol durante el día llegan a molestar. La combinación con la pantalla de 10 pulgadas parece muy acertada ya que, aunque es panorámica, está muy ubicada y queda a mano del conductor para elegir las diferentes vistas. Además, no tiene menús en los que perderse, sino que se maneja desde unas teclas tipo piano, táctiles en la parte superior y físicas en la inferior para activar las luces de emergencia, por ejemplo.

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Diego Rueda//Car and Driver

Las dos principales críticas que le podemos atribuir a este Peugeot son dos fundamentalmente. Por un lado, las numerosas superficies en el famoso negro piano que es conocido por lo fácil que se puede marcar y arañar, además de acumular polvo; por otro, un reposabrazos central que se nota un poco forzado y roza con el asiento. Por ello, su presencia en un coche de carácter tan urbano acaba molestando más que ayudando.

El e-2008 resulta un punto más ágil y práctico, pero en carretera, el MX-30 transmite mayor aplomo y precisión de guiado.

En el MX-30 el interior es muy Mazda, con un puesto de conducción muy satisfactorio, un volante multifuncion con un tamaño y un grosor ideales, una pantalla que no es táctil en la parte superior del salpicadero, así como unos ajustes y unos materiales de buena calidad. En este sentido el mx-30 nos muestra su naturaleza eléctrica con la presencia de un material poco habitual como el corcho, presente en la consola central y en la cara interior de los asideros de las puertas delanteras. Echamos de menos una superficie para cargar el teléfono de forma inalámbrica, aunque aquí tenemos una toma de 220 voltios en la que podemos enchufar nuestro dispositivo, ubicada en un mueble que queda por debajo de la pantalla flotante pensada para manejar la climatización.

Las diferencias más importantes a nivel de habitabilidad las encontramos en la parte posterior y el maletero de nuestros dos protagonistas. En el e-2008 dos adultos se acomodan muy bien, conservando una buena distancia a la altura de las piernas, los hombros e incluso la cabeza, aunque esta última cota es la menos brillante de todas y resulta más escasa todavía en la plaza central. A cambio, el maletero casi como el del 2008 normal, con 405 litros de capacidad, una boca de carga amplia y una superficie muy regular.

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Diego Rueda//Car and Driver

El Mazda, por su parte, nos sorprende al rescatar las puertas de apertura antagónica que habíamos visto por última vez en el coupé RX-8. En aquel modelo, suponían una ventaja frente a sus competidores, aquí sin embargo condicionan el acceso y también la luminosidad de unas plazas traseras que son tres y además, más amplias de lo que parecen. Las cotas son casi calcadas a las del 2008 y solo la anchura se nos antoja algo más justa a la altura de los hombros. El maletero resulta práctico, pero es menos profundo que el del Peugeot y por ello, menos capaz: 366 litros.

¿Cómo se comportan?

Hay coches que pasan por nuestra redacción y a los pocos días te olvidas de ellos, pero con este Mazda es diferente, principalmente por las buenas sensaciones que te trasmite al conducirlo. Es un vehículo sumamente agradable de conducir, con una suspensión firme que nunca resulta incómoda y controla realmente bien la carrocería y una dirección con un tacto brillante que guía al tren delantero con una elevada precisión. En cuanto a los frenos, el pedal se siente un poco más duro de la cuenta, pero no tiene un tacto artificial, ciertamente rebotón, como si suele ocurrir en los vehículos híbridos y eléctricos, además de que permite modular la frenada mucho mejor de lo esperado y el poder de detención es correcto. Además, la insonorización está muy bien trabajada y eso contribuye en la fabulosa experiencia que ofrece el MX-30.

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Diego Rueda//Car and Driver

Su brillante comportamiento a nivel general no nos sorprende ya que este coche está desarrollado sobre la plataforma de los Mazda 3 y CX-30, sin embargo, sí que llama la atención el poco espacio que ocupa su propulsor eléctrico en el vano motor. Este desarrolla 145 CV y 271 Nm, entregados de forma instantánea al asfalto, algo habitual en los vehículos eléctricos, de forma que la pegada del motor es muy buena y en ningún momento sientes que el mx-30 necesite más potencia. Si hundimos el pedal derecho sin contemplaciones los neumáticos pierden adherencia y eso lo notas no por la información que te llega a través del volante sino por el chirrido de las gomas, pero las ayudas electrónicas saltan de inmediato para controlar la situación. También cabe destacar que el coche genera un sonido bastante agradable a la hora de acelerar cuya intensidad es proporcional a la cantidad de acelerador que estamos metiendo en ese momento. La caja de cambios es automática de una única relación y no dispone de levas tras el volante, pues estos elementos son en realidad los encargados de regular la frenada regenerativa en base a cuatro niveles diferentes.

Al volante del Peugeot e-2008 descubrimos que el modelo francés no esconde ningún secreto, con una dirección muy asistida, ligera y fácil de llevar en ciudad, lo cual hemos agradecido en el habitad natural de este coche, pero que en carretera no resulta demasiado comunicativa. Lo mismo sucede con el pedal de freno que, al igual que la gran mayoría de vehículos eléctricos, tiene una primera fase en la que entra en marcha el sistema de frenada regenerativa y notas que no hay demasiada mordiente. Sin embargo, a medida que lo hundes más, notas como el coche se detiene incluso con mayor capacidad de lo que podrías esperar. Este efecto no llega a ser acusado y simplemente requiere que te adaptes a él.

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Diego Rueda//Car and Driver

El selector del cambio solo tiene una única posición, la B, que nos permite a la hora de llegar a una frenada que el Peugeot empiece a retener cada vez más, evitando de esta forma que tengamos que recurrir al pedal de freno. A diferencia del Mazda, pese a no contar con unas levas que nos permitieran dosificar la retención de un modo más ágil, el e-2008 sí que incluye unos modos de conducción muy interesantes como el Eco, que baja la intensidad del sistema de climatización y reduce claramente la potencia del propulsor en aras de que la batería esté lo más cargada posible. En Normal, el coche tiene una respuesta muy equilibrada y un consumo muy razonable, mientras que en Sport notamos como toda la energía está disponible desde el primer golpe de pedal.

136 CV más dosificables

A diferencia de muchos otros coches eléctricos, este Peugeot no presenta esa patada tan característica que te pega contra el asiento pues su entrega de potencia es mucho más suave y eso es de agradecer en un coche urbano y polivalente como este. Otro aspecto que debemos destacar es el gran silencio que ofrece ya que prácticamente no hay sonidos de rodadura, ni procedentes de la mecánica –no falsea el sonido como en el caso del Mazda–. A nivel de suspensión, se notan algunas inercias en carretera, algo habitual en un SUV de estas características, que nos llevan a pensar que el tarado es blando, pero al afrontar badenes o baches en ciudad se nota más rígida de lo que podría parecer. Su peso extra hace que el e-2008 no sea tan ágil como, por ejemplo, un 2008 con motor de combustión.

Seguramente ya te hayas hecho una idea de cómo van nuestros dos protagonistas. En ciudad y para uso diario, el 2008 resulta un punto más ágil y práctico, pero en carretera, el MX-30 transmite mayor aplomo y precisión de guiado. Sin embargo, al tratarse de dos eléctricos de autonomía limitada, Jose se empeñó en realizar una especie de "reto urbano" así que a continuación puedes ver a los e-2008 y MX-30 dando la vuelta en una calle sin salida; tragándose un badén sin frenar; tomando una rotonda con prisa; o accediendo a un descampado para aparcar a la desesperada. Según sus propias palabras "Son las típicas cosas, Borja, que cuando tienes un mal día o te cagas en el coche que llevas o lo adoras...” Yo ni quito ni pongo, pero reconozco que fue divertido y en la rotonda, gané por goleada.

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Diego Rueda//Car and Driver

Bueno, Borja, pues después de todo hay que decir que, quizás, sea un poco pronto para estos dos SUV eléctricos que acabamos de probar. Es posible que, el futuro, tengan el mismo éxito que sus homónimos con motor de combustión, pero en la actualidad ni las experiencias con los puntos de carga han sido precisamente buenas las que hemos tenido, ni hemos encontrado demasiados, a lo que se suma la limitada autonomía de estos dos vehículos. Eso sí, divertidos han resultado y también versátiles. Llegados a este punto, ¿con cuál te quedas, Borja?

Momento de sacar conclusiones

Bueno, Jose, pues como puedes imaginar yo me voy a quedar con el MX-30 y no solo porque su estética sea mucho más original que la de tu coche sino por las buenas sensaciones que trasmite al volante y eso que el Peugeot también se comporta muy bien. El modelo japonés aporta un plus de dinamismo y agilidad, aunque si es verdad que su autonomía –de tan solo 200 kilómetros– limita su uso a la ciudad. En cuanto al precio los 35.640 euros desde lo que parte este coche con el acabado Evolution son inferiores a los que pide Peugeot por el e-2008.

Bueno este tiene 300 kilómetros homologados según el protocolo WLTP, pero yo se me otro defecto que me ha terminado de disgustar y son, sin duda, estas puertas de apertura opuesta que siempre son mucha más difíciles de manejar en el día a día que las del Peugeot, mucho más convencionales y desde las que se accede a un interior que, además, es más espacioso y habitable. El maletero, también tiene mayor capacidad y un hueco específico para los engorrosos cables de carga. No obstante, este coche no es más barato que el Mazda ya que parte desde los 36.650 euros, con este acabado GT. La verdad, hacen faltan descuentos más importantes y ayudas estatales para favorecer a estos vehículos eléctricos. Quizás cuando las haya, esta historia sea diferente.

Peugeot e-2008
A favor: Silencio y suavidad de marcha, maniobrabilidad, habitabilidad y maletero.
En contra: Dinamismo, algunos detalles de ergonomía y acabado, precio de la unidad probada.
Mazda MX-30
A favor: Comportamiento, tacto de la dirección y del pedal de freno, diferentes niveles de retención.
En contra: Autonomía, acceso a plazas traseras.