Cruise, la subsidiaria de General Motors dedicada al desarrollo e implementación de la conducción autónoma, ha vivido en su historia grandes momentos, como cuando pudo sacar sus robotaxis de sus laboratorios y llevarlos a las calles de las grandes ciudades estadounidenses, como San Francisco.

Pero, igualmente, Cruise también se ha visto inmersa recientemente en episodios poco o nada agradables, siendo el más destacado el rosario de problemas e incidentes que les llevó a interrumpir sus programas de pruebas, lo cual desembocó posteriormente en la revocación de sus permisos especiales en California y la dimisión de su CEO.

Ahora, cuando muchos ya se aventuraban a pensar que el parón de sus actividades sería sine die, la propia Cruise ha anunciado que sus robotaxis volverán a pisar las calles. Eso sí, en esta ocasión lo harán de otra manera bien distinta.

Coches autónomos... con conductor

En su comunicado Cruise explica que enviará sus vehículos autónomos de vuelta a varias ciudades de Estados Unidos, comenzando por Phoenix, la capital de Arizona. Sin embargo, cada robotaxi estará manejado por un conductor humano, con la misión de recopilar datos de navegación y elaborar los mapas virtuales que, más adelante, utilizarán para orientarse por sí mismos.

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Cruise

De hecho la compañía especifica que, en el transcurso de estas operaciones, sus Chevrolet Bolt circularán con todos sus sistemas autónomos completamente desactivados. Una medida drástica pero necesaria ya que, en opinión de la propia Cruise, este mapeado de calles y carreteras es "un paso crítico para validar nuestros sistemas autónomos mientras trabajamos para recuperar nuestra búsqueda de la autonomía total".

Recobrar la confianza de los usuarios y las autoridades en la conducción autónoma es la prioridad de la nueva Cruise, que tiene por delante un duro camino para dejar atrás los que, sin duda, han sido sus peores tiempos a todos los niveles.

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Cruise LLC

Un camino en el cual aseguran haber aprendido de sus errores. Tal es así que ya se han comprometido a anunciar que, cuando puedan volver a ofrecer sus robotaxis al público, lo harán con conductores humanos de respaldo que podrán intervenir en caso de emergencia. Al menos, así será mientras su tecnología no sea fiable al 100%.