Ni en los pronósticos más favorables habría imaginado la Indycar el impacto que iba a suponer la participación de Fernando Alonso en las 500 millas de Indianápolis, y mucho menos a estas alturas del mes, cuando ni han comenzado los preparativos para el evento del año en el motorsport norteamericano.
Alonso logró centrar en él y en Indianápolis la atención en un miércoles laborable, haciendo que el mundo del Motorsport estuviera al tanto de lo que hizo, tanto, que una sorprendida organización publicó que las retransmisiones en distintos medios habían superado el millón de espectadores, tanto, que el equipo de comentaristas que solo iban a cubrir las dos primeras horas alargaron su jornada de trabajo hasta que Fernando Alonso finalizó la rueda de prensa.
Si bien en principio podría parecer una barbaridad que la Indycar retransmitiese nada menos que ocho horas de un test de carácter privado con un solo vehículo en pista, finalmente solo se puede calificar como un gran acierto.
Horas antes del comienzo de los test, ya había casi un millar de personas aguardando con el directo de Youtube abierto. Minutos antes de las 15:00, a pesar de que se sabía que primero Marco Andretti rodaría unas vueltas, ya había 5.000 personas. Cuando Fernando Alonso se enfundó el casco, la cifra comenzó a subir sin parar hasta superar las 80.000 personas al mismo tiempo, comunicando la Indycar que se habían superado el millón de visitas, pero no solo en Youtube, sino que se había logrado el mismo efecto a través de Facebook y a través de otros sistemas de retransmisión usados por la Indycar.
Un éxito sin precedentes que tuvo su reacción en la prensa, donde un test de solo 110 vueltas e interrumpido por la lluvia copaba las webs de información deportiva. Sin duda, la Indycar está sabiendo sacarle rédito a Fernando Alonso, mientras en Fórmula 1 se continúa en una era de restricciones donde algo así parece totalmente inviable.
Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.
