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Entre las tareas de un director de equipo figura la siempre complicada gestión de los pilotos. Dicho tratamiento varía enormemente en función del tipo de piloto. No es lo mismo un ‘paydriver’ que una estrella. Y en el caso de Mercedes, todo ha sido mucho más complejo si cabe, tanto por la figura que supone Lewis Hamilton, el hombre de los siete campeonatos del mundo, como por el hecho de que el propio Toto Wolff ha actuado en varias renovaciones como agente del piloto.
Adulación por Lewis Hamilton
Esto último ha provocado que el director de Mercedes F1 haya sido el primer valedor del piloto, incluso presionando a la cúpula directiva para ceder antes las peticiones de Lewis en sus renovaciones, tanto monetarias, como las que tienen que ver con el activismo del piloto, que han fomentado programas de diversidad o incluso cambios de decoración en el monoplaza.
Básicamente, hacer todo lo posible para que el piloto esté lo más cómodo posible. En ocasiones esto ha rozado lo absurdo, como pedir disculpas en nombre del equipo en situaciones que no lo requerían, asumir fallos que no son tales, y alabar al piloto por encima del bien y el mal, criminalizando a sus más inmediatos rivales.
Una actitud lógica, al fin y al cabo, pero que en ocasiones conlleva realizar ciertos comentarios que pueden llegar a ser contraproducentes y que jamás se harían en otras condiciones. Y en el camino de alabar a Lewis Hamilton por encima de lo divino, ha estado el hacer todo lo contrario con el que era su más directo rival, Max Verstappen, cuyas hazañas fueron minimizadas dándole mayores réditos al monoplaza que al piloto, y que en definitiva, ha sido ninguneado en las comparativas con el hasta ahora piloto de Mercedes.
El problema llega justamente cuando el piloto de Mercedes deja de ser piloto de Mercedes y hay que buscarle sustituto. A nadie escapa que Max Verstappen es el piloto del momento y que sería el primer candidato para cualquiera que estuviese en la posición de Toto Wolff. Sin embargo, desandar lo andado, no resulta una tarea sencilla.
Misión: Convencer a Max Verstappen
Como si de un piloto Mercedes se tratase, Toto lleva alabando al neerlandés desde principio de temporada, algo que no es ajeno para nadie del paddock. Incluso Max señaló que últimamente Wolff decía cosas muy bonitas de él, pues él sabe perfectamente las razones que por las que lo hace.
Convencer a Max Verstappen de cambiar Red Bull por Mercedes puede ser a día de hoy una de las tareas más complicadas del mundo, más con el historial de Toto Wolff. Pero más complicado parecía un regreso de Fernando Alonso a la McLaren de Ron Dennis, y acabó pasando.