Robert Kubica volvió a sentirse piloto de Fórmula 1 este marte tras realizar un test con Renault en el circuito de Cheste con el E20 de 2012, con los colores actuales de la formación gala.

El piloto polaco completó, así, un total de 115 vueltas, en las que pudo realizar tandas largas, simulaciones de clasificación y prácticas de salida.

A sus 32 años, Kubica retomó sus sensaciones a bordo de un F1, en el que no se subía desde su accidente durante un rally en Italia en 2011, en el que sufrió graves heridas en un brazo, antes de disputar la pretemporada de dicha temporada.

Desde entonces, su retorno al mundo de la competición ha llegado de paulativamente, ganando, en 2013, el título de WRC2 en el campeonato del mundo de rallyes. Posteriormente, haría apariciones en circuitos convencionales, disputando las 12 Horas de Mugello y, también, una participación en el Renault Sport Trophy.

De cara a 2017, el piloto polaco tenía previsto disputar la temporada del Mundial de Resistencia con un LMP1, aunque finalmente cancelaría su participación antes de que diese comienzo el nuevo curso.