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El RB20 de Adrian Newey no es el coche aplastante que se esperaba a principio de temporada. Es cierto que sigue siendo el monoplaza dominante, pero el margen respecto al resto de coches de la parrilla se ha reducido en gran medida. Red Bull empieza a notar la presión de sus rivales.
El descontento de Newey
El nombre del ingeniero sigue en boca de todos tras que se anunciara que dejará la marca de bebidas energéticas el próximo año. Han surgido varios rumores en los que se le relacionaba con Ferrari o Aston Martin, sin embargo, no ha confesado sus planes a futuro y sigue siendo una de las figuras más diferenciales del mercado.
Newey es consciente que su última creación no está siendo tan aplastante como en el pasado, de hecho, ya se les han escapado dos de las primeras seis carreras del campeonato. En relación con esto, el británico ha revelado que hay un elemento del nuevo monoplaza con el que no está nada satisfecho. “Siempre hay margen de mejora. Siempre estamos buscando pequeñas cosas y piezas que no se hayan cambiado, pero por ejemplo hay una característica del RB20 con la que no estoy terriblemente contento este año”, recoge Sky Sports.
Como era de esperar, ha tirado de astucia y veteranía, por lo que no ha revelado el elemento preocupante ya que sería facilitarle información a sus rivales. Sin embargo, quizá podría ser la parte trasera, aspecto del que Max Verstappen se quejó en Miami, aunque no se sabe con exactitud.
No se espera que se solucione pronto
Newey ha adelantado que trabajará a fondo para tratar de arreglar este aspecto a lo largo de la temporada pero sabe que es un problema de difícil solución.
Incluso puede que no sea posible solventarlo y deban seguir lastrándolo en lo que queda de campeonato. Eso sí, plantea tenerlo resuelto para la temporada que viene y antes de que se marche en abril de 2025. "Es algo que cambiará a lo largo del año, o más probablemente, se cambiará el año que viene", confesó.