Fue a 16 giros del final del Gran Premio de Malasia cuando el propulsor de Lewis Hamilton comenzó a emitir cada vez más y más humo, lo que indicaba a las claras la rotura del mismo y le obligaba al abandono, cuando veía la victoria muy cercana. Ahora, el británico ha asegurado que tomará las medidas necesarias para conservar las unidades de potencia que le restan.

Hamilton estaría dispuesto a saltarse sesiones de entrenamientos en las cinco últimas carreras de la temporada 2016, si eso significaba cuidar sus motores restantes después del un dramático desenlace en Sepang. El aspirante al título estaba a punto de lograr su séptima victoria de la temporada en Sepang, una que le hubiera llevado de vuelta al primer lugar de la clasificación general, pero ahora, tras este abandono, se encuentra a 23 puntos de Nico Rosberg, con sólo cinco carreras para el final.

Sin embargo, después de conocerse que el motor era una de las nuevas unidades de potencia Mercedes almacenadas durante el GP de Bélgica, cuando Hamilton tuvo una penalización considerable, el defensor del título ha admitido que no confía del todo en las dos unidades de potencia que le quedan.

"Para Mercedes soy el piloto número uno, por lo que cuando suceden estas cosas quiero entender lo que son y cómo Mercedes va a llevarlo para asegurarse de que no vuelva a suceder. En este momento mi preocupación es que tengo estos dos motores y quiero asegurarme de que pueden tratarlos para asegurarse de que duran. Si eso significa no hacer una sesión, no voy a hacer una sesión. Si eso es lo que tengo que hacer, voy a hacer lo que sea para luchar en la carrera", ha añadido.