El equipo Sauber terminó la carrera del Gran Premio de Canadá, disputada en Montreal en las posiciones 15ª con Marcus Ericsson y 18ª con Felipe Nasr. El sueco y el brasileño salieron desde las plazas 21ª y 18ª respectivamente.

"Para mí fue una buena carrera desde el principio al final. Creo que el primer stint con los neumáticos ultrablandos no fue ideal, sufrí mucho con el agarre. Nuestro plan inicial era ir a una parada, pero luego tuvimos que cambiar a dos paradas. Una vez que pusimos los blandos para los próximos dos stints de la carrera, tuve una buena prueba y pude pasar a Kevin y a Pascal. En general, un buen esfuerzo, ya que nos acercamos a Haas", ha destacado Ericsson.

La carrera de Nasr se vio comprometida por una colisión con un Renault, en la que el suelo de su C35 quedó dañado. Ahora el equipo suizo viaja a Bakú, capital de Azerbaiyán, lugar en el que se celebrará el Gran Premio de Europa este fin de semana.

"Fue una carrera decepcionante para mí. El inicio estuvo bien, pero de repente en la curva tres me golpearon por detrás. Fue muy desafortunado y un movimiento para nada necesario. Esto comprometió mi carrera desde ahí. Intenté todo lo que pude para recuperarme y al final pude hacer tiempos decentes con los blandos. Así son las carreras a veces, pero ahora tengo ganas de Bakú. Siempre quiero nuevos retos", ha añadido Nasr.

Por su parte, la jefa del equipo, Monisha Kaltenborn, ha recordado que la carrera se presentaba complicada para sus dos pilotos, no obstante, ha subrayado el buen rendimiento de Ericsson y ha lamentado la mala suerte de Nasr.

"Al empezar desde estas posiciones siempre es difícil. Era incluso más importante para el equipo y los pilotos mantenerse centrado sin cometer ningún error. Marcus realizó una buena actuación. Fue duro para Felipe tras la colisión con Renault", ha resumido Kaltenborn.