El piloto francés Romain Grosjean comenzará, este martes, su día de pruebas en Barcelona a los mandos de un nuevo chasis Haas, en un intento de encontrar soluciones a los problemas de conducción que han impedido su progreso y el del equipo en las últimas carreras.

Después de un impresionante debut para el nuevo equipo estadounidense en las carreras de Australia y Bahréin, Grosjean ha luchado con problemas que afectan el equilibrio del VF-16. Se espera que el nuevo chasis vaya a resolver los problemas pendientes del coche que, aunque identificado por Haas, no pudieron resolverse en el coche original del francés.

"Hemos sufrido desde que China con algo que todavía no entendemos en absoluto, por lo que vamos a cambiar todo para la prueba", ha señalado Grosjean de inicio. "Ha sido difícil para todos, porque en términos de trabajo de todo el mundo, se hace una gran labor al analizar los datos y la búsqueda de una solución, hacemos que el coche mejore, y siempre subrayo que estos son problemas que Esteban no tuvo. Es bastante extraño que sólo pase en un coche y es por eso que va a ser muy importante para nosotros en la prueba, cambiar el chasis y poner la puesta a punto para ver si las cosas mejoran", ha añadido el galo.

A la vista de los decepcionantes resultados del francés en los últimos tiempos y al inicio del fin de semana del Gran Premio español de la semana pasada, se realizaron cambios en su coche en Barcelona, el viernes por la noche, pero no produjeron ninguna mejora.

"Hemos cambiado la filosofía de la puesta a punto que habíamos hecho para China, lo que debe llevar el coche pero en realidad, no fue así tanto como hubiéramos querido. Fuimos en una buena dirección, por eso digo que todo el mundo ha funcionado bien. Pero debajo de la mesa hay algo que no vemos ni entendemos. Es por eso que queremos cambiar el chasis para ver si hay algo raro en términos de torsión o algo que crea problemas", ha finalizado Grosjean.