La protección en la cabeza ha sido en los últimos años uno de los aspectos sobre los que el mundo del motor ha destinado sus esfuerzos. Las pérdidas de Jules Bianchi, Henry Surtees o de Justin Wilson hicieron mucho daño y buscar una solución se convirtió en necesidad. Por ello, la idea del 'halo', propuesta por Mercedes, se estudia para implantarse pronto.

Alex Wurz, presidente de la Asociación de Pilotos, se muestra muy contento con la introducción de la protección de cabeza en la Fórmula 1, algo que considera que ayudará a salvar vidas en el futuro. "Sé que hay una pequeña cantidad de aficionados a los que les gustaría tener el cockpit abierto. En los años sesenta cada seis carreras alguien moría, mientras que ahora es muy improbable que alguien se lesione de gravedad. La cantidad de lesiones se ha reducido de manera considerable, pero la popularidad del deporte ha crecido, así que no veo por qué la competición tiene que ser extremadamente peligrosa para ser popular. Esperemos no tener más funerales. En las carreras, como en la industria aeroespacial siempre hay un peligro inherente, no pueden ser 100% seguras, pero con nuestra inteligencia, con tecnología, tenemos que reducir la probabilidad de que algo pase", asegura Wurz en una entrevista para el portal web GPUpdate.net.

El mismo indica que se han decantado por la protección del 'halo' porque es la solución más sencilla y rápida de introducir. "Es la opción preferida por el poco tiempo que se necesita para introducirla, es la solución más rápida que podemos aplicar. A mí me encantaría que los cockpits fueran cerrados, como los de los cazas, con cúpula, puede que sea la solución definitiva para las lesiones de cabeza, pero tiene inconvenientes como su coste. Es una estructura fuerte, que puede reducir la fuerza del golpe, hacer que dañe a los pilotos de una manera menor y más suave", comenta.

Wurz también recuerda el efecto que tuvo el accidente de Felipe Massa, que contribuyó a fortalecer mucho más los cascos. "Tuvimos un desarrollo en los cascos tras pocos años después del accidente de Massa. Esa es la segunda línea de defensa, pero lo que se podría mejorar, sería colocando una pantalla ancha a prueba de balas para que los pequeños objetos no toquen al piloto o lo frenen. Eso no se ha definido, pero estoy seguro de que las mentes brillantes lo estudiarán", añade.

Uno de los aspectos que se pueden achacar al nuevo sistema es el cambio en la estética de los nuevos coches, pero admite que esto es sólo algo temporal, hasta que lleguen las soluciones más estéticas y los aficionados se adapten a ver a los nuevos coches.

"En todos los estudios primero pones la función y luego el diseño. La función ahora ha sido aprobada y estoy seguro de que los ingenieros vendrán con algo que parezca estético, probablemente incluso bonito. Lo comparo con los reposacabezas, que al principio se decía de ellos que eran un poco extraños, pero ahora están completamente acostumbrados a ello. Creo que se tardaría entre una o dos temporadas en conseguir la solución más estética. Esperemos que lo podamos disfrutar las carreras y no nos importen esas cosas", asegura.

"¿Cuál es la alternativa que tenemos? ¿No adoptar la solución del 'halo'? ¿Nos remontamos al momento en el que llevábamos sombreros de cuero e íbamos sin cinturón de seguridad? Creo que tenemos que recordea que nuestra sociedad tras la guerra era genial, celebramos a los héroes que dieron sus vidas para salvar naciones y ganar guerras. Hubo un periodo en el que todavía era aceptable, pero no en esta generación, nadie debería herirse de muerte de ninguna forma. Esta industria vive de patrocinadores, constructores, reporteros, no creo que la sociedad pueda aceptar no avanzar en términos de seguridad", argumenta para finalizar.