La familia Agnelli sigue al timón de la empresa, teniendo un 33,4% de las acciones con derecho a voto por medio de la sociedad de cartera Exor. Las expectativas de Ferrari al iniciar su camino en bolsa era la de superar el valor de los 10 mil millones de euros, pero, por el contrario, la situación bursátil ha puesto muy difícil la terea de alcanzar esa meta (actualmente su valor ronda los 8.000 millones).

Ya a estas alturas nadie cree en un repunte de acciones para una marca que, históricamente, ha disfrutado de un alto estatus dado a su nombre, pero que no parece estar sirviéndole de mucho una vez metida de lleno en el mercado de valores donde de nada vale apelar al lujo y la exclusividad que siempre ha llevado por bandera la compañía fundada por Enzo Ferrari.

El problema que más le está costando solventar a Ferrari ha sido basar su precio de salida en su identidad como marca fastuosa más que en fundamentos económicos sólidos. Nadie desconoce que Ferrari ha gozado siempre de una reputación tan elevada como sus expectativas, habiendo sido el lujo siempre la punta de lanza en lo que al secreto de su éxito se refiere.

Pero la cruda realidad es que la empresa ha visto como en el último año su crecimiento era cada vez más moderado. Aunque queda por ver si durante este 2016 continuará viendo menguar poco a poco su índice de ingresos o si continuará con el mismo crecimiento masivo que vio en la última parte del año. Quizá el reto más difícil al que se vaya a enfrentar en un futuro próximo sea ver si es capaz de soportar el peso de una firma con tanta historia como es Ferrari.

Blue, Green, Colorfulness, Text, Slope, White, Line, Pattern, Aqua, Font, pinterest

Fuente de la gráfica: Anyoption

Como vemos en la gráfica, después de una tendencia claramente a la baja, la tarea de volver a los niveles iniciales se torna más que complicada para "Il Cavallino Rampante". Pero este no ve razones suficientes para tirar la toalla y apela sus últimos éxitos en la F1 (con Sebastian Vettel a un nivel más alto del que demostró la temporada pasada Fernando Alonso) y poniendo especial énfasis a su, todavía misterioso, monoplaza denominado proyecto 667, que promete dar un cambio radical en lo que respecta al anterior SF15-T.

Tampoco se olvidan de las cifras, como a la subida en los ingresos de un 9% con respecto al año anterior y una venta anual cercana a las 7000 unidades (siendo 7000 un límite de producción autoimpuesto, siempre por debajo de los que se demandan). Planteando también un aumento de su producción en 2000 unidades más por año para 2019, con el fin de evitar que clientes potenciales fijen su punto de mira hacia otras marcas. Pero sin romper la regla de oro que marco su fundador, la de fabricar siempre un automóvil menos de lo que la demanda exija.

Los expertos financieros de AnyOption atribuyen la caída inicial de acciones a un sobreprecio, lo que es habitual en marcas que deciden salir a bolsa contando con un gran renombre inicial. De esta forma Ferrari decidió dar un valor unas 40 veces superior a las ganancias. Algo que la compañía italiana justificó en su anunciado incremento de producción. Muchos temen que esta estrategia pueda perjudicar su imagen de marca de lujo, por esa misma razón se piensa que puede ser un error, ya que reduce la sensación de exclusividad que siente un comprador al hacerse con uno de sus coches.

¿Terminará por arrastrar consigo a Ferrari el debilitamiento de la economía china y la consecuente caída del precio del petróleo, como ya ha ocurrido con otros mercados europeos? De momento sólo podemos esperar a ver cómo se comporta la marca italiana y si es capaz de ofrecer unos principios económicos robustos y así seguir utilizando su nombre para complementar la venta de automóviles (como ha hecho ya con el patrocinio de diversos eventos o merchandising de multitud de productos) con el fin de aumentar los beneficios. De esta manera Ferrari deberá elegir entre la competitividad financiera o seguir anclándose a la exclusividad.