Mercedes se arriesgó introduciendo su motor actualizado al Gran Premio de Italia, antes de completar sus objetivos de fiabilidad, según admite el jefe del equipo, Toto Wolff. Parte de las esperanzas por el título de Nico Rosberg se desvanecieron el sábado, cuando su motor sufrió una fuga en el sistema de refrigeración y tuvieron que montar la especificación anterior, que falló a sólo tres vueltas del final de la carrera. La victoria de Lewis Hamilton aleja al líder 53 puntos de Rosberg.

"Trajimos el motor de fase cuatro porque queríamos entender si el desarrollo iba en la dirección adecuada. Fue un poco arriesgado porque ya vimos lo que pasó con Nico. Tenía mucho kilometraje pero no estaba acabado aún", reconoce Wolff.

El austriaco explica que los cambios del motor se hicieron con el objetivo de estudiar más la dirección del desarrollo para 2016 que para aumentar la potencia. "Hemos visto que Ferrari dio un paso adelante con su motor y que se han acercado pero, como he dicho antes, nuestro motor tiene una nueva dirección de desarrollo. No es sólo rendimiento lo que buscamos, sino otras cosas. Es una dirección diferente, no se trata de una ventaja a corto plazo", continúa.

Además, Wolff incide en que introdujeron el motor tan pronto porque auguran una dura lucha en 2016. "Sí perdimos un coche y Nico perdió muchos puntos pero es un campeonato competitivo, lo va a ser el próximo año. Así que creo que cuanto antes entendamos la dirección en la que tenemos que desarrollar, mejor. Aún no sabemos si el motor de Rosberg está totalmente dañado. No fue un fallo en el motor lo que tuvimos, fue una fuga en el sistema de refrigeración lo que hizo que la unidad de potencia fallase", finaliza el de Mercedes.