Es la perfección de la Fórmula 1 la que está desconectando a los aficionados, de acuerdo con Gil de Ferran, piloto brasileño de automovilismo. A sus 47 años, se le conoce por sus éxitos en las carreras americanas, entre los que se incluyen títulos y una victoria en la Indy 500, aunque su vínculo con la F1 viene de que hace una década fue director deportivo del equipo BAR-Honda. Diez años después, con el Gran Circo en una espiral de pérdida de audiencia, Gil de Ferran cree que la cima de los deportes del motor es "víctima de su propio éxito".

"La F1 siempre estará en la cima de los deportes del motor. Pero es demasiado perfecta. Le falta el factor humano. Durante las últimas dos décadas, se han hecho grandes inversions en el Gran Circo y todo ha mejorado hasta casi el punto de la perfección. El objetivo ha sido eliminar errores y contratiempos. Ahora me pregunto, ¿hay algo que haya quedado que sea malo? Cuando veo los coches al final de la parrilla, tengo que decir que incluso a estos los veo bien", explica para la publicación alemana Auto Motor und Sport.

De Ferrán asegura que la perfección contrasta con los años 80 y 90, época que cree que era la mejor ya que los pilotos sufrían para amansar a fieras imperfectas que se tenía por aquel entonces como coches. "Cualquier paso atrás en esa dirección sería bueno. Incluso en mis días, todos soñábamos con una carrera perfecta. Empezar desde la pole, realizar una buena salida, pilotar sin errores, cuidar los neumáticos y ganar la carrera. Desafortunadamente, la gente no quiere ver eso. Pero si tienes todo lo que se necesita en tus manos para planear una carrera perfecta, las cosas son más peligrosas. Es la maldición del dinero que está en la F1. Creo que los pilotos de hoy en día todavía trabajan duro para lograr esa carrera perfecta, es difícil de ver desde fuera. Quizás yo puedo verlo porque piloté durante 30 años. Pero es difícil para el espectador ordinario", completa.

Sin embargo, Gil de Ferran cree que el Gran Circo aún está entre los deportes más populares del mundo. En su opinión, esta categoría no debería hacer grandes cambios, sobre todo si están basados en lo que dicen los aficionados en las últimas encuestas globales.

"Henry Ford una vez dijo que si preguntase a la gente lo que quería, habrían dicho que caballos más rápidos. Si Steve Jobs hubiese preguntado a la gente lo que querían, nadie le habría hablado del teléfono inteligente. Lo que quiero decir es que aunque es importante saber lo que quieren los aficionaods, lo que entregas a la gente tienen que decidirlo los que llevan el negocio", finaliza el brasileño.