El patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, ha admitido que el accidente y posterior muerte de Jules Bianchi, fue un hecho "trágico", pero que el peligro siempre estará presente en este deporte. El fallecimiento del piloto, de 25 años de edad, fue anunciado en las primeras horas de la mañana del sábado, nueve meses después su terrible accidente en el Gran Premio de Japón del pasado año. Bianchi ha estado en coma desde que sufrió una lesión cerebral axonal difusa en Suzuka en octubre.

"Si pudieras escoger con qué tener un accidente, elegirías un coche de F1 porque es probablemente el más seguro en el que puedas estar. Lo que realmente le sucedió a Jules fue muy, muy, muy desafortunado. Por supuesto que la F1 es peligrosa. Tenemos 20 carreras al año, así que lo que hay que ver es cuántos accidentes hay. Hacemos nuestro trabajo de la mejor manera que sabemos, y siempre hemos hecho todo lo posible, por la seguridad de los pilotos", comenta Ecclestone sobre este deporte.

Bianchi chocó con un vehículo de extracción que intentaba mover el Sauber de Adrian Sutil, que justo se había salido de la pista momentos antes por las complicadas condiciones en las que se rodaba entonces. "La grúa nunca debería haber estado allí. Hemos hecho un montón de trabajo para asegurarnos que si un coche no se para y golpea contra algo, que sea con las barreras de neumáticos o con lo que sea, entonces todo hubiese salido bien", añade.

Desde el accidente de Bianchi, la F1 ha reforzado los procedimientos en caso de tener un coche de seguridad como resultado de un accidente, implantando, ideas como el coche de seguridad virtual y haciendo que el área alrededor de la cabina del piloto sea más consistente y esté más protegida.

"Es una pena perder a un chico con tanto talento y a esa edad, era una persona muy agradable. Lo que sucedió fue simplemente trágico", finaliza Bernie.

Los Bianchi y la F1 dan su último adiós a Jules