El equipo Red Bull ha cuajado un inicio de temporada bastante discreto en lo referente a resultados y con muchos problemas con su unidad de potencia Renault.

Tanto Christian Horner como Helmut Marko e incluso el propietario de la escudería Red Bull Racing, Dietrich Mateschitz, ya han mostrado su descontento con el motorista francés por los pobres resultados que ha mostrado el propulsor hasta ahora en las cuatro pruebas iniciales.

Es por eso que el propio Horner ha destacado que estas tres semanas de descanso antes de afrontar el inicio de la temporada europea serán claves en lo referente al desarrollo de su propulsor.

"Creo que las próximas semanas van a ser cruciales", ha comentado el británico, que sabe que los frustrantes primeros pasos del tetracampeón mundial podrían ser muy dañinos si no logran revertir la situación pronto.

La próxima carrera es en Barcelona, en el Circuit de Barcelona-Catalunya, un circuito muy aerodinámico donde la gran mayoría de equipos van a llevar mejoras para incrementar su rendimiento respecto a sus rivales y Red Bull no será menos.

"A Barcelona llevaremos algunas piezas nuevas tal y como harán otros equipos", cuando contestó a una pregunta sobre las actualizaciones que llevará el RB11 en dicha prueba. "El hecho significativo para nosotros es qué especificación de motor llevaremos a Barcelona porque este paso llega un poco más pronto de lo que tenía Renault en sus planes", ha asegurado el jefe de la escudería Red Bull.

Horner, que acudió a una reunión en París con Renault entre los grandes premios de China y Bahréin, discutió con Jerome Stoll sobre los progresos con el propulsor.

"Fui a París la semana pasada y tuve una conversación constructiva con Jerome Stoll, miembro de la junta directiva de la F1", valoró el británico. "Ellos no quieren estar en esta posición, quieren estar en F1 para competir y ganar. Pero está claro que no va a costar poco arreglar esto y reconoce que Renault está dando los pasos necesarios para encontrar una solución", ha finalizado.