Mientras la Fórmula 1 se aproxima hacia su próximo campo de batalla, la segunda cita de la temporada, continúa el debate sobre el futuro del Gran Circo. Tras Melbourne, Red Bull arremetió contra las reglas actuales y amenazó incluso con dejar la competición si no las cambiaban.

"De acuerdo con nuestra investigación, las cifras televisivas bajaron en 2014 un 26 %. Así que si eso sigue pasando y las reglas permanecen siendo las mismas, entonces nos debemos preguntar: ¿cuál es el valor deportivo y comercial de la Fórmula 1?", ha comentado Helmut Marko, el máximo asesor de Red Bull.

Además de culpar al liderazgo de Mercedes de la bajada de audiencia, Marko también apunta a la FIA. "Sólo cuando nadie vea la F1 nunca más, Mercedes cuestionará el valor de sus victorias. Necesitamos liderazgo en la F1 para tomar decisiones. Justo como pasaba cuando era presidente Max Mosley", ha finalizado.

El austriaco insiste en que no habla sólo por la falta de rendimiento de su equipo en este 2015, sino porque los coches le parecen demasiado "fáciles de pilotar". "Este argumento no sólo lo exponemos nosotros. Cualquier debutante puede ser ahora inmediatamente competitivo porque los coches son fáciles de llevar al límite y también en términos de potencia, los coches de la GP2 son casi los mismos", ha agregado.

Lo que propone Red Bull es un motor turbo estándar y un paquete KERS con 1.000 caballos de potencia. Pero el deporte no cambiará la normativa de forma drástica a no ser que Red Bull encuentre aliados que quieran votar junto a ellos.

"¿Necesitamos coches de F1 nuevos? Primero, necesitamos un conjunto de reglas que sean sostenibles y suficientes para que los equipos sobrevivan. No estoy tan seguro de que coches con una nueva apariencia o con 1.000 caballos de potencia ayuda en al Gran Circo demasiado", ha señalado Pat Symonds, de Williams.