El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, está convencido de que el dominio actual de Mercedes es mucho mayor que el que alcanzó su escudería. El equipo de las bebidas energéticas ganó el Campeonato del Mundo cuatro años consecutivos.

Tras pedir a la FIA que tomase medidas para frenar la superioridad de los de Brackley, el austriaco argumenta que la necesidad de cambio es ahora más dramática de lo que fue durante el período de la gloria de su equipo. "Las reglas cambiaron y tuvimos que adaptarnos a eso. A menos que haya una intervención (de la FIA) así, entonces estamos preparados para vivir una temporada con un buen estado de funcionamiento amplio", ha asegurado.

Horner acepta que el rendimiento del paquete del motor Mercedes es "impresionante" a pesar de que piden que se disminuya. Esto llega, además, en un contexto en que Renault está luchando desesperadamente, tanto en términos de potencia como en facilidad de conducción.

Esta última característica fue fundamental para el rendimiento en Melbourne, lo que explica, en parte, la decepcionante carrera de Red Bull, con un escaso sexto para Daniel Ricciardo en su Gran Premio de casa. "Creo que es todo el paquete", ha comentado Horner sobre la ventaja de la unidad de potencia Mercedes.

"Al igual que en todas las cosas, nunca hay una bala de plata", aseguró el jefe de Red Bull. "Es la integración de la unidad de consumo de combustión, el turbo, la recuperación de energía y el combustible y cómo que se integra con la facilidad de conducción que tienen que es enormemente impresionante", ha reconocido Horner.

El jefe del equipo de la bebida energética no espera que la directiva técnica de la FIA, expedida antes del GP de Australia y que obliga a los equipos a monitorear la presión de combustible en varios puntos del sistema de combustible, pueda hacer que la diferencia con respecto a Mercedes cambie. "No creo que eso sea suficiente por el momento. Podría tener un efecto, pero sería mínimo", ha finalizado.