Después de un invierno lleno de trabajo, en la escudería Red Bull han centrado su atención en el motor, elemento del coche que el año pasado no supieron afinar con precisión y sufrieron. Es la clave para reducir la ventaja que posee Mercedes, aunque en Jerez el propulsor falló y frenó el progreso en el desarrollo del monoplaza.

Fue exactamente el eje de una pequeña pieza metálica de la bomba de agua que va con el ERS la que forzó a la escudería a reducir kilometraje por temor a no dañar más piezas.

Pero en Red Bull están confiadados de que todos los problemas están resueltos y que veremos una muestra más real del rendimiento del coche en Barcelona. Christian Horner tiene la esperanza de que no se repetirá el drama de hace 12 meses cuando el monoplaza apenas daba un par de vueltas y terminaba, incluso, envuelto en llamas.

"Sí, tuvimos problemas pero no fueron graves comparados con los del pasado año", comentó comparando ambas situaciones. "¡Al menos este año no acaba incenciado el coche!".

"Tuvimos algunos problemas que persistieron pero está siendo esta una mejor pretemporada sin duda que la que tuvimos hace un año" comentaba.

Pero Horner está alerta sobre la situación de su equipo ya que fue una pequeña pieza la que comenzó a causar los problemas en las primeras pruebas del año y han de pulir esos fallos: "Los mayores cambios los ha sufrido la unidad de potencia, Renault ha trabajado muy duro pero siempre hay más cosas que puedes encontrar", finalizaba.