Durante la jornada de ayer, miércoles, intensos rumores sobre unos embargos realizados en la sede de Caterham, en Leafield, circularon por los medios especializados pero a última hora de la noche, la propia escudería, en un comunicado oficial, negaba que hayan tenido ese tipo de problemas y apuntan a una compañía filial del grupo que tiene, en estos momentos, la propiedad del equipo.

Tras las informaciones que apuntaban a los impagos a Pirelli y a Renault, que fueron desmentidas por ambas compañías de suministradores, los rumores sobre el adiós de Caterham a la Fórmula 1 han ido creciendo desde que Tony Fernandes abandonara el barco y lo dejara en manos de un grupo inversor capitaneado por Colin Kolles.

La justicia inglesa confirmaba que habían embargado equipamiento de la fábrica de la escudería y un coche de 2013, mientras que ‘The Telegraph’ apuntaba que miembros del equipo fueron enviados a sus casas, ya que el trabajo del nuevo monoplaza habría llegado a un punto muerto.

Desde la fiscalía, aseguraban, también, que las partes "destinadas al GP de Japón 2014", estaban entre las confiscadas en la jornada del pasado miércoles. En cambio, desde Caterham se han encargado de negar la mayor en la noche de ayer. Los responsables de la escudería, mediante un comunicado de prensa, aseguran que todo esto son "rumores infundados y sin base sólida".

"Una acción fue llevada a cabo ayer contra una compañía proveedora", aseguran en el comunicado oficial. "La compañía no es propiedad del equipo y no tiene influencia en la participación de Caterham o en su continuidad. Además, contrariamente a los descontrolados rumores, todas las operaciones están siendo llevadas a cabo de manera habitual en Leafield y el equipo de carreras se está preparando en Japón".