Alarmas en Mercedes

Sólo siete milésimas. Siete milésimas separaron a Lewis Hamilton en la primera posición de su compañero de equipo, Nico Rosberg, en la segunda, el sábado. Pero lo que se auguraba como otro duelo apoteósico entre los pilotos de Mercedes se desvanecía por culpa de unos problemas en el W05 del alemán que, ya desde antes de saltar a la pista, habían hecho saltar todas las alarmas en los garajes del equipo plateado: "Fue ya en el pit. De repente todos los botones y la radio dejaron de funcionar. No tenía potencia híbrida ni alerón trasero". Nico perdió su posición en la parrilla y tuvo que salir desde boxes sin dar la vuelta de configuración, pero los problemas se repitieron más adelante: "Fue una sensación horrible estar ahí sentado completamente indefenso sabiendo que toda la carrera se iba por la ventana". Una situación que, sin embargo, cree que pudieron esquivar: "Mi sensación es que era evitable. Probablemente fuera un módulo electrónico simple, pero aún no tenemos ninguna explicación. Tenemos que analizarlo".

Tres puñetazos

Hamilton aseguró después de la carrera que esta no fue perfecta para el equipo porque faltaba Nico Rosberg. Pero su leve y sincera sonrisa cuando saltó al podio de Singapur era mucho más que una expresión de alegría por ganar una carrera; era la de un piloto que aprovechaba el abandono de su rival y le arrebataba la primera posición en el mundial. Tres puntos que son mucho más que tres puntos. Son tres puñetazos sobre la mesa en medio del duelo fratricida que ha animado este verano europeo y que inicia el tramo final de una temporada que sigue siendo incierta y que, a buen seguro, no se decidirá hasta la última carrera.

Una salida limpia

La salida fue muy limpia, y sólo Fernando Alonso se saltó la primera curva al tratar de adelantar a ambos Red Bull para colocarse segundo. La acción claramente merecía una rectificación, y el español cedía rápidamente su posición a Sebastian Vettel, pero no a Daniel Ricciardo. Los comisarios creyeron que era una maniobra justa y no merecía más sanciones, así que le dejaron continuar. Pronto Hamilton se despegaría de Vettel, y en la primera vuelta ya había conseguido más de un segundo y medio de ventaja. Era su carrera y quería asegurarla aun en las estrechas calles de Singapur, donde cualquier error se paga caro. No fue el caso, y el inglés pilotó como un maestro sin cometer errores. Era el momento de aprovechar los problemas de su compañero de equipo y principal rival por el título. No tenía otra meta en la cabeza que sumar esos veinticinco puntos para ponerse primero en la clasificación provisional de pilotos.

Una carrera estratégica

Con un pelotón algo animado en su mitad, incluyendo algunos adelantamientos interesantes, muchos de ellos aprovechando asfaltos fuera de la pista (con sus consecuentes sanciones), la carrera en cabeza claramente fue estratégica. Los más puristas de los números y las ecuaciones pudieron disfrutar con duelos en boxes, pero los más románticos y apasionados tuvieron que conformarse con poco más que una procesión de monoplazas que no podían adelantarse. En la vuelta 13ª paraban al mismo tiempo Fernando Alonso y ambos Red Bull Racing. Las posiciones se mantenían hasta que Ferrari adelantaba la estrategia de Alonso en la vuelta 25º: montaba los blandos y forzaba a Red Bull a llamar a Sebastian Vettel, que por su parte ponía las gomas duras y perdía la segunda posición a favor del español saliendo de boxes.

El coche de seguridad perjudica a Alonso

Alonso tenía que aumentar su ritmo y poner tierra de por medio aprovechando el mejor rendimiento de sus neumáticos blandos y poder parar más adelante a poner los duros. Pero todo se estropeó para los de Maranello cuando apareció el coche de seguridad en la vuelta 31. El alerón delantero del Force India de Sergio Pérez salió por los aires tras tocarse con el Sauber de Adrian Sutil y arruinó la carrera del español: "Hasta el coche de seguridad estábamos asegurando la segunda posición y todo pintaba bien", comenta Alonso. "Luego el coche de seguridad salió en el momento equivocado: teníamos las súperblandas, teníamos que parar porque no sabíamos cuántas vueltas iban a durar".Y ahí se terminó el sueño del podio para Ferrari. "A veces los coches de seguridad benefician; hoy quizá nos quitó la segunda posición".

Vettel, breve líder

Hamilton se mantuvo en la pista y mostró en varias ocasiones sus preocupaciones serias sobre el estado de sus neumáticos viejos, hasta el punto que advirtió a su equipo la sensación de que podrían explotar en cualquier momento. Pero no fue así. Fue aumentando su ventaja y finalmente paró en la vuelta 52ª, cuando tenía 25 segundos de ventaja respecto a Vettel. No fue suficiente, y Sebastian volvió a saborear lo que es liderar una carrera. Sin embargo, poco le duró esa sensación dulce; exactamente, una vuelta y media: Hamilton sólo tuvo que preparar sus neumáticos y lanzar un ataque decidido y sólido sobre un RBR indefenso que no pudo defenderse. La victoria era suya y sólo quedaban seis vueltas para el final, que ni siquiera se cumplieron pues el tiempo límite de dos horas de carrera se agotó antes. Las cinco primeras posiciones no variaron hasta la meta. Sí lo hicieron las que formaban el animado grupo entre el sexto y el noveno: Bottas, Räikkönen, Hülkenberg y Vergne protagonizaron una bonita lucha en grupo de la que Valtteri salió el peor parado: "En la última vuelta he tenido un gran bloqueo de frenos traseros, me quedé sin agarre y me pasaron fácilmente".

Lewis, tercer triplete

Es el tercer triplete de Hamilton esta temporada y el quinto de toda su carrera, los mismos acumulados que Fernando Alonso (quedan lejos aún los 22 de Michael Schumacher). Pero eso a Hamilton ahora le da igual: su objetivo es seguir dando pasos este año, y el de Singapur es muy importante: es la primera vez desde el Gran Premio de España que el inglés lidera el campeonato. Con esta carrera, Hamilton ha liderado 63 carreras diferentes en toda su carrera, una más que David Coulthard y, por ende, que todos los pilotos británicos en la historia. Más emotivo para él, quizá, sea igualar las ocho victorias que logró el cuádruple campeón mundial Juan Manuel Fangio para Mercedes. Ya tiene un hueco importante en la historia plateada de Mercedes en Fórmula 1.

RBR se mantiene en forma

Sebastian Vettel ha repetido su mejor resultado esta temporada llegando segundo, pero todavía no ha podido ganar ninguna carrera, y eso es especialmente frustrante para él, pues había ganado las tres últimas ediciones del Gran Premio de Singapur y porque Daniel Ricciardo ya lleva tres victorias esta temporada. Precisamente Daniel ha sufrido esta carrera problemas intermitentes de potencia, pero logró zafarse del Ferrari de Fernando Alonso para lograr el último escalón del podio. Es el séptimo podio del australiano esta temporada, todo un récord. Para Red Bull ha significado la segunda ocasión en que sus dos coches pisan al unísono el podio (la anterior ocasión fue en Canadá). Por su parte, Jean-Eric Vergne firmó un magnifico sexto puesto con su modesto Toro Rosso, justo detrás de Felipe Massa (que, por su parte, ha logrado puntuar por séptima vez esta temporada). Los ocho puntos del francés son su mejor botín logrado hasta ahora.