El sabor amargo del varapalo sufrido en el Red Bull Ring aún está en las bocas de los chicos de Red Bull. En esta ocasión y tras la victoria de Ricciardo en Canadá, los austriacos quieren volver a plantar cara a Mercedes en tierras británicas. Silverstone acoge este próximo fin de semana el GP de Gran Bretaña -novena prueba del Mundial- y Horner deja claro que estarán ahí en el caso de que las ‘flechas plateadas’ fallen.

"Estando todo igualado, obviamente los Mercedes tienen tal ventaja en estos momentos que será complicado superarlos, pero, como vimos en Canadá recientemente, cualquier cosa puede pasar y vamos a apretar duro", reconoce el jefe de equipo de los cuatro veces campeones del mundo de F1. "Renault está trabajando duro por su parte y esperamos que podamos darles un poco de productividad a tanto dinero invertido".

Sin duda, los propulsores de la marca gala están siendo el handicap al que Red Bull tiene que enfrentarse cada fin de semana pero el trabajo de ambas entidades sigue siendo máximo y las mejoras que la marca del rombo lleva a cada Gran Premio deberían solucionar los problemas previos experimentados por el RB10.

"Es genial que tanta gente de la fábrica acuda a la carrera y tenemos una grada del equipo, por lo que todo el mundo se podrá sentar junto y animar a los chicos en la pista", declara Horner. "La fábrica está a sólo 20 minutos del circuito, por lo que es fantástico tener tanta gente apoyándonos en la carrera, para ver los coches en los que trabajan todo el año sin descanso. Es su oportunidad de verlos en acción. Y supone un elemento extra para el equipo de carreras, también, el hecho de saber que sus compañeros y familiares están en la grada apoyándolos".