Pero si alguien pudo celebrar de verdad, a tope, la caída de la bandera a cuadros en la pista de Mónaco, fue el equipo anglo-ruso Marussia, pues logró algo que muchos vaticinaban desde hace más de cuatro años como imposible, el puntuar, el lograr al menos un punto en una carrera del campeonato mundial de Fórmula 1. Y encima fueron dos, dada la novena plaza de Jules Bianchi y encima con penalización añadida de cinco segundos, la segunda, que al cruzar la meta era octavo. Yo que soy mucho de los del "pelotón de cola", me acordé claro está de Hispania-HRT y su 12 + 1 en el gran premio de Canadá 2011 a manos de Liuzzi. De tener continuidad en la parrilla quien sabe, que soñar será eternamente gratis.

Mónaco siempre fue lugar para grandes historias de amor. Tras unas elogiosas declaraciones del presidente de Mercedes, Dieter Zestche, sobre la valía de Fernando Alonso afirmando que es "el mejor piloto de la parrilla", el piloto asturiano, con algo de morriña, dijo después algo parecido a "las alabanzas siempre vienen de otros equipos". Con presteza Luca Cordero di Montezemolo, que para esto si vale cuando quiere, dijo "Fernando es el mejor piloto del mundo" y lo remachó así: "continuamente da el 200% en cada carrera". Yo por mi parte eché de menos aquello de "y siempre con un par", que me refiero a una pareja de huevos duros, de esos que se toman en el desayuno continental, pues fritos son menos digestivos.

"Alguien De Reconocidas Inspiraciones Automovilísticas Novedosas" y por si acaso no sabéis de quien hablo, de apellido Newey, aseguró nada más llegar al principado que "sigue comprometido con Red Bull cara al futuro", que los rumores surgidos en Barcelona sobre su marcha hacia un team de coches "Rosso corsa" no tiene fundamento. Como en el equipo de las bebidas refrescantes las cosas ya no son lo que eran, Vettel dijo "Es una persona clave en el equipo, pero sería un error dar todo el merito de los triunfos a Adrian". Pues eso, franqueza, campechanía, sinceridad y buen rollo, corren a raudales por el equipo de Milton Keynes.

Dice la sabia frase que "viejas mañas, nunca cambian" y no me refiero claro está a ninguna venerable mujer, nacida en esas magníficas tierras de Aragón. Solo expongo algo que viene casi de tiempos ancestrales, allá por el 2007, y de los modos de un jovenzuelo nacido en Stevenage, de nombre Lewis. Que este fin de semana en Mónaco le retornó la vena chunga, emergió de nuevo su lado oscuro. El blanco de sus iras, literalmente, fue de nuevo su compañero de equipo, antaño Alonso, ahora el rubiales de Nico Rosberg, pues el británico dudaba de lo acontecido en la escapatoria de "Mirabeau Haute", de la no intencionalidad en pasarse de frenada, que para eso ya está él.

Claro está, que no es de gente educada el no felicitar a tu compi cuando en buena lid te vence, te derrota sobre el asfalto, más cuando has cosechado cuatro triunfos consecutivos. Así que Toto Wolff y Niki Lauda salieron rápidamente, no solo a poner paz, sino a cortar de raíz la desunión, situando las cosas en su sitio. El primero declaró "en las últimas carreras hemos tenido algunas pequeñas tonterías, así que esto no volverá a suceder de nuevo". Lauda por su parte fue más preciso, más quirúrgico, pues dijo "me reuniré con Lewis y le preguntaré cual es su problema". Yo que Hamilton, me buscaría un buen gorro, de esos que tapan las orejas, que Niki tiene pinta de ponértelas "colorás en ná the time".

Ya que parece comprobado que los coches de F1 de esta temporada hacen poco ruido, que mejor que Eddie Jordan para decir cosas con estrépito, de esas que hacen crujir los sentidos. Ahora la ha tomado con el adusto Peter Sauber, para "recomendarle" que venda el kiosko, como hizo él con su equipo Jordan, ahora Force India. Según Eddie, el equipo de Hinwill está en una enorme crisis financiera, la mayor de su historia, así que lo mejor es emular aquella película titulada "Toma el dinero y corre". Mucho más cuando P. Sauber es ciudadano suizo, que allí gastan de unos bancos muy seguros.

Creo que alguno recordaréis aquel programa llamado "Barrio Sésamo", donde enseñaban a diferenciar "grande o pequeño" y entre "dentro o fuera". Pues como Marco Mattiacci debió de ver en sus tiempos jóvenes este programa, en Italiano claro está, declaró que Ferrari debe "mejorar en la pista y en el exterior de ellas", que hay que ir rápido en el circuito, mucho, y en la toma de decisiones, más rápido aún, para "devolver al team a su máximo nivel competitivo". Estoy de acuerdo en parte, pero a la vista de los resultados de los últimos años, creo que las cosas no se hacen a lo grande, quizás a causa de mentes pequeñas.

Charlie Whiting, mano derecha de Bernie Ecclestone en lo que a eventos sobre la pista se refiere, las carreras vamos, anda estrujándose las neuronas para evitar un nuevo incidente como el sucedido en la Q3 con el Mercedes-AMG dorsal número 6, pues declaró que "Nunca sabremos si Nico actuó deliberadamente o no, pero le damos el 100% de la presunción de inocencia". Así que una solución pudiera ser prolongar la clasificación 60 segundos extra, cuando una bandera amarilla aparezca en los tres últimos minutos. Pues solo me resta apostillar ¡Eureka, albricias, hurra! ¡Qué el sentido común a veces surge en la Fórmula 1 actual, aunque pocas desafortunadamente!

Sebastian niega la mayor, es decir, que anda más cabreado, mas irritado, más escocido con el equipo, que la firme espalda de un faquir obligada a dormir en un cálido y blando colchón de látex, aunque algunos afirman que a todo se acostumbra uno. Y eso que Vettel dice que "no cree en la palabra suerte", que él es más de ciencias, que todo tiene su razón de ser, que las cosas suceden por unas determinadas causas, por unos motivos. Así que si su coche no rula, se avería o se queda tirado a las pocas vueltas, habrá que encontrar las respuestas. Yo sigo diciendo, insistiendo, que Ricciardo deberá vigilar muy estrechamente su bólido, que el cambiazo se lo pegan seguro.

Visto que uno de los Red Bull funciona bastante bien, tirando a muy bien y el otro directamente no funciona, vamos, como la temporada anterior, 'Herr' Marko confirmó que en el GP de Austria, "evaluaran el progreso de Renault y decidirán su proveedor de motores para el 2015". Resulta que un nombre suena con insistencia para ocupar el hueco que pudiera dejar el P.U francés, que no es otro que Volkswagen. La marca con sede en Wolfsburgo, lleva ya tiempo en competición con motores muy similares a los V6 Turbo de la F1. Así que como dice aquel proverbio hidráulico "cuando el rio suena…o estás muy cerca o ya caído dentro del mismo y empapado hasta los huesos".