Aunque el emocionante Gran Premio de Bahréin sirvió para silenciar a esos que dudaban sobre continuidad de la emoción en la F1 a raíz de las nuevas reglas, Niki Lauda repite que las críticas siguen sucediéndose y que le están haciendo daño al Gran Circo. Respecto a Ecclestone y a Montezemolo, los compara con directores de cine que critican su propia película antes de su estreno.

"Es como si Ron Howard hubiese dicho que está haciendo la película Rush y que es la peor película que ha hecho nunca. Si lo hubiese comentado antes de que se estrenara la película, nadie habría ido a verla", dijo para explicar lo que está pasando en el Gran Circo, en una entrevista en exclusiva para Autosport.

Las críticas, que se remontan a Australia y comenzaron a hacerse más visibles por el problema del sonido de los motores, a juicio de Lauda, suponen tirar piedras al propio tejado, una situación que no beneficia ni a Ecclestone ni a Montezemolo.

Lo que estamos haciendo ahora, en otros términos, está destruyendo nuestro propio deporte. Creo que todo empezó en Australia cuando los organizadores se quejaron del sonido de los motores y a partir de cuando Bernie se empezó a quejar por la misma razón”, añadió el de Mercedes.

Desde su posición de ex piloto, Lauda ha visto que las nuevas reglas están siendo criticadas hasta la saciedad. En su opinión, las quejas no son manera de afrontar un problema y las cosas no deberían de estar haciéndose así.

"Luego siguieron las críticas, entonces fue cuando Montezemolo entró en la escena y dijo que no había suficiente combustible. A partir de entonces parecía que todo el mundo tenía algún tipo de problema con la F1, nunca he visto una manera peor de afrontar un problema, ¿cómo pueden hacer eso? Te lo digo como una persona normal, no como alguien de Mercedes. Es ridículo”, continuó Niki.

Por su parte, Lauda fue una de las figuras que se reunió con la FIA, Ecclestone y con los representantes de los equipos para discutir los problemas existentes con las nuevas reglas. A este respecto, se siente con esperanza de que se llegue a un acuerdo para intentar mejorar el ruido y calmar, sobre todo, a los promotores de los grandes premios.

"Deberíamos hacer que se parasen de decir sandeces nosotros mismos. El asunto del ruido seguirá, porque los fans se pueden dar cuenta de eso, pero el resto desaparecerá. No debería haber llegado todo tan lejos, al punto de que estamos destruyendo nuestro propio deporte. Eso es lo que más me preocupa”, argumentó.

Por otro lado, también cree que es abusivo que los equipos rivales estuvieran haciendo presión para cambiar las reglas a espaldas de Mercedes, que es el equipo que tiene el dominio desde el principio de la temporada.

"No me importa quién gana, pero es muy injusto si la gente se queja porque las primeras carreras las ganara Mercedes. Red Bull y Sebastian Vettel aburrieron a todo el mundo la mitad de la temporada pasada y nadie dijo nada. Eso es injusto. Doy gracias a Dios porque tras el dominio de Red Bull ahora hay alguien más. Eso es lo mejor que le puedes hacer al deporte, así que dejadlo en paz”, finalizó.