Una de las nuevas normas de esta temporada es la restricción de 100 kilos de combustible por carrera para cada piloto. Pues bien, pese a que esta medida infundía cierto temor a los equipos antes de comenzar la pretemporada, a estas alturas los hay quienes están más tranquilos respecto a esta restricción.

Uno de los que se muestra más confiado es el finlandés Valtteri Bottas, quien ha asegurado que realizó una simulación de carrera completa en Bahréin la semana pasada y que no tuvo que esforzarse mucho para ahorrar combustible:

"Yo no tuve ningún problema. Hice algunas prácticas en el simulador en un primer momento y después en Bahréin tuve la oportunidad de hacer dos distancias de carrera. Lo más importante era perder el menor tiempo por vuelta que fuera posible mientras te asegurabas que tenías el combustible necesario para toda la carrera", comentó el finlandés en el periódico Turun Sanomat.

Además, Bottas se muestra tranquilo respecto a los Grandes Premios en los que entrará en juego la estrategia de ahorro de combustible, ya que considera que en la mayoría de los circuitos no habrá problemas.

"Tengo que decir que, al menos para Bahréin no era realmente necesario ahorrar combustible en absoluto. Yo fui capaz de pilotar con absoluta normalidad. Creo que en la mayoría de las carreras vamos a ser capaces de pilotar así", dijo.

HORNER, UNA OPINIÓN CONTRARIA

Sin embargo, la opinión de Bottas no la comparten todas las personalidades en el paddock. Christian Horner, el jefe de equipo de Red Bull, considera que el combustible sí será un problema para los equipos:

"No creo que se escuche mucho acerca de los pilotos que necesitan cuidar sus neumáticos de este año, pero podríamos escuchar mucho acerca de tener que ahorrar combustible. Esperemos que no veamos a un piloto haciendo señales con la mano a los rivales porque esté ahorrando combustible para llegar a la bandera a cuadros", dijo al diario Daily Mail.

Además, otra de las preocupaciones que tiene Horner este año es la imagen que puede dar la Fórmula 1. Es decir, al británico le inquieta que el deseo de la Fórmula 1 por estar más involucrada con el medio ambiente pueda afectar negativamente al espectáculo:

"Es una línea muy fina. En primer lugar, es un deporte y debe ser entretenimiento. En segundo eso debería ser tecnología para los fabricantes", concluyó.