Si quieres entender por qué Stirling Moss nunca ganó un campeonato en todos sus años como piloto de Grandes Premios, no necesitas buscar más allá del Gran Premio de Portugal de 1958.

preview for Stirling Moss - Victoria en el GP de Mónaco de 1961

Moss, un genio en condiciones delicadas

Stirling Moss partía desde la pole position en carrera sobre un Vanwall de fabricación británica, justo por delante del Ferrari 246 de su rival Mike Hawthorn. El resto de la parrilla incluía pilotos y coches que elegirías si estuvieras jugando al fantástico juego Grand Prix y estuvieras confeccionando la parrilla: Jean Behra en un BRM, Wolfgang “Taffy” von Trips en otro Ferrari 246, Jack Brabham en un Cooper, Maurice Trintignant y Roy Salvadori sobre un Coopers, Carroll Shelby en su Maserati, por supuesto Graham Hill en un Lotus y Jo Bonnier en otro Maserati 250F.

El circuito en sí era, según cualquier entendimiento moderno, un loco y peligroso desastre de adoquines, fardos de heno y vías de trenes ligeros, los cuales parecían entrar y salir a voluntad. El tren ligero era eléctrico, por lo que había postes de electricidad dispersos por todo el escenario “protegidos” por fardos de heno. Mirando fotos y un solo vídeo en blanco y negro de la carrera, cualquier persona sensata ni siquiera querría mirar, excepto quizás desde un avión, y mucho menos pilotar o competir en él. Para empeorar las cosas, cuando comenzó la carrera, llovió ligeramente sobre los adoquinas y las vías del tren. Imagine cuán hábil se debía ser con esos neumáticos tan duros y estrechos.

Eso solo te dice lo valientes que eran los pilotos de entonces. “El domingo por la mañana amenazó con lluvia y todo el mundo parecía que sabía que esta sería una carrera muy peligrosa si estaba mojada”, escribió Carroll Shelby, enviado especial de lujo de Autoweek para la ocasión. Estaba mojado, al menos al principio, y era peligroso. Pero como se hacía en esa época, todos se subieron a sus coches y pilotaron. No había queja.

La vida de Stirling Moss en imágenes
Portrait of Race Car Drivers

Mientras que algunos pilotos habían visto el circuito en deportivos, 1958 fue el primer año para los coches de Gran Premio. Entonces, el hecho de que Moss lograse la pole decía mucho de su habilidad para pilotar.

Si bien hubo algunos cambios de posiciones al principio de la carrera, Moss estuvo en la posición dominante casi todo el tiempo, liderando la parrilla y ganando fácilmente. Pero luego ocurrió una protesta de los comisarios de carrera contra Hawthorn, que sufrió un trompo, yendo a una escapatoria y quedándose atascado. Cuando Moss llegó, se detuvo y esperó para ver si podía ayudar a su compatriota. Hawthorn arrancó el Ferrari y terminó la carrera. Logró la vuelta más rápida al regresar desde la escapatoria y finalizó segundo, lo cual le llevó a obtener siete puntos críticos de cara al título de ese año.

Reincorporación a pista peligrosa

Sin embargo, “el trompo causó protestas”, escribió Shelby. “Algunos afirmaron que se reincorporó en contradirección…”

Si la protesta hubiera continuado, Hawthorn habría sido excluido y habría perdido los siete puntos. Cuando Moss se enteró de la protesta, rápidamente acudió en defensa de Hawthorn, diciendo que el retroceso había tenido lugar fuera de la pista, en un camino paralelo. Por lo tanto, la protesta se abandonó y Hawthorn finalmente ganó el título de esa temporada por solo un punto.

¿Te imaginas que algo remotamente parecido pudiera suceder hoy? Simplemente no entraría en la mente de ningún piloto defender a un rival por iniciativa propia. Pero Moss lo hizo. Fue el último de los pilotos caballerosos, siempre fomentando la deportividad entre todos, incluso si eso significaba perder.

Susto para Carroll Shelby

¿Y qué hay de la carrera de Shelby, el enviado especial? “¡Oh sí! ¿Qué me pasó en Portugal? Bueno, parece que la última vuelta, cuando estaba por delante de algunos de los pilotos con los que habría soñado hace años, un freno se bloqueó bajando la recta principal a 160 millas por hora. Sufrí no sé cuántos trompos en una carretera de siete metros de ancho y logré únicamente tocar un poste de teléfono… ¡deteniéndome en mitad de la pista, petrificado! That’s Racing”, afirmó Carroll Shelby.

Vía: Autoweek