Las 21 vueltas que la escudería austríaca pudo dar en la pista andaluza fueron un manifiesto de que el RB10 no estaba en forma. Aunque inicialmente la mayoría de problemas parecían venir de los nuevos motores V6 de 1.6 litros de Renault, no había que pasar por alto que el coche también sufrió recalentamiento.

Christian Horner se muestra calmado tras conocer los problemas existentes en el pilotaje del nuevo monoplaza. A su juicio, hay tiempo antes de llegar a Melbourne y el trabajo realizado de cara a Bahréin servirá para seguir detectando fallos y resolviéndolos.

"Obviamente hay bastante que hacer pero hay tiempo antes de la primera carrera. Los entrenamientos de Bahréin son importantes y todo el mundo está trabajando duro en Renault y en Milton Keynes", dijo Horner para Sky Sports News.

Cuando le preguntaron si Red Bull se podía permitir otra semana como la de Jerez, Horner explicó que no sería de su agrado que se volviera a repetir la misma situación aunque valoró que encontrar problemas en los entrenamientos servía para solventarlos cuanto antes y no enfrentarse a ellos después en las carreras.

"No quiero otra semana como la de Jerez pero eso es para lo que están las pruebas. Resuelves problemas en los entrenamientos para luego no tenerlos en las carreras", explicó el británico.

El problema, según el jefe de este equipo, no está en el paquete de diseño del técnico Adrian Newey. "Creo que hay algunas cosas que necesitamos ordenar pero nada de mucha importancia, obviamente Renault también tiene bastantes cosas que hacer pero están con ello también. Estos coches son tan complicados que pequeños problemas pueden ocasionar grandes fallos", aseguró el alto cargo de Red Bull.