Bernie Ecclestone, finalmente, no deberá pagar la friolera de 480 millones de euros después de que la justicia neoyorkina haya evitado llevar a juicio la denuncia que Bluewaters Communications puso contra el británico en 2013. Esta empresa denunciante era la encargada, a principios del siglo XXI, de los derechos comerciales de la Fórmula 1.

Bluewaters Communications se ha defendido argumentando que hicieron la oferta más alta y que la única razón por las que CVC compró, finalmente, los derechos del Gran Circo fue por el soborno de Ecclestone a Gribkowsky.

Antes de aterrizar en Nueva York, el caso estuvo en Nueva Jersey, pero Eileen Bransten, juez del Tribunal Supremo, desestimó el caso insistiendo en que ninguna copia se presentó en el tribunal. De esta forma, cualquier asunto legal de CVC tendría que ser tratado por el sistema legal inglés.

"Este juicio no es por una pérdida de un negocio en Nueva York, sino por el soborno de un ciudadano inglés a un ciudadano alemán para obligar a un banco alemán a vender su participación en Nueva Jersey, en vez de una compañía inglesa", confesaba Bransten.

El ya ex presidente de la Formula One Management (FOM), tras su dimisión el pasado 16 de enero, está también a la espera de la decisión final del Tribunal Supremo sobre el supuesto engaño que hizo a la compañía alemana Constantin Medien.

Además, durante las siete semanas del juicio, el Supremo ha acusado a Ecclestone de "trato corrupto con el banquero Gerhard Gribkowsky". El gran jefe de la Fórmula 1 fue acusado de pagar 32 millones de euros a Gribkowsky para asegurar el reparto de la empresa, aunque Ecclestone, a sus 83 años, mantiene que es inocente.