En la recta final de la carrera del Gran Premio de India, Kimi Raikkonen y el jefe de operaciones en pista, Alan Permane, tuvieron un encontronazo y emitieron unas malsonantes palabras a través de la radio del equipo que los aficionados escucharon. Las declaraciones las realizaron cuando el finlandés, más lento que Romain Grosjean, debía 'facilitar' el adelantamiento a su compañero. Para que el campeón cumpliera con el mensaje lo antes posible, Permane eligió unas malas palabras de las que Eric Boullier, jefe de equipo, ya ha pedido perdón.

El jefe de operaciones en pista le comentó a Raikkonen: "¡Quítate del medio, maldita sea!". Estas palabras no le sentaron bien al finlandés que respondió con ira: "¡Maldita sea, no me grites!". Sin embargo, la traducción literal de la 'conversación' se refería a palabras más malsonantes que las apuntadas.

Consciente del mal lenguaje de sus compañeros, Boullier ha querido mantener una posición más diplomática ante lo acontecido: "Este mensaje de radio podría haber sido mandado de una forma menos emotiva". El francés se ha disculpado en nombre del equipo Lotus. "Sé que bastante gente quedó sorprendida y sólo puedo disculparme por ello en nombre del equipo. No volverá a ocurrir".

Según informaciones recientes apuntan a que estas palabras emitidas por radio no se quedaron sólo en la pista ya que se dice que Permane y los miembros de su familia han recibido amenazas de muerte. También se comenta que estas amenazas proceden de aficionados de Raikkonen molestos con lo sucedido. Situación ésta, de ser verdad, inconcebible y contraria a la deportividad y derechos humanos.