Las declaraciones de Kimi Raikkonen casi siempre están ligadas a la polémica y esto ha quedado demostrado una vez más tras el Gran Premio de Mónaco, pues el finlandés llegó incluso a decir que Sergio Pérez se merecía una bofetada por haber conducido de manera tan dura en Montecarlo.

Sin embargo, Martin Whitmarsh, el jefe del equipo McLaren, ha excusado la actuación del mexicano. "No creo que tengamos mucho de lo que debamos quejarnos", explicó Whitmarsh en declaraciones a Autosport. "Esto es lo que sucede en Mónaco de vez en cuando. Estoy contento con su espíritu y su desafío".

Y es que Whitmarsh considera que esta actitud es la correcta si se quiere luchar por estar en lo más alto.

"A veces puedes sobre-presionar pero creo que él hizo algunos adelantamientos grandiosos. Tengo que agradecerle que esté ahí, comprometido y luchando por las carreras", añadió el británico. “Sin duda fue un intento de carga, pero en automovilismo tienes que tomar algo de riesgo a veces. Si lo consigues, eres un héroe y si no, estarás decepcionado".

Por otro lado, el jefe de McLaren entiende la actitud de Kimi, pero también alega que el finés no debe sentirse libre de culpa en el accidente.

"Kimi dirá que él puede defender su posición y Checo quizá iba un poco agresivo", comentó. "Puedes argumentarlo de diferentes maneras: Checo sentirá que él (Kimi) no le estaba dando suficiente espacio y que estaba siendo aprisionado por Kimi, lo que puedo entender".

Además, reconoció que el abandono de Pérez unas vueltas más tarde se produjo debido a fallos técnicos en su monoplaza tras el incidente.

"Después de eso, Pérez daño el alerón delantero, lo que ya era bastante difícil, pero además tenía restos en los conductos de los frenos, por lo tanto, se sobrecalentaron y perdió los frenos", sentenció.

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