La relación entre Lotus y Kimi Raikkonen comienza a dar sus frutos. Los de Enstone se vuelcan en el finlandés en los garajes y éste responde sobre la pista, con un triunfo basado en una calculada estrategia y mimo de los neumáticos. 'Iceman' es un activo irremplazable en el Gran Circo, tanto por su carisma como por sus constantes exhibiciones de calidad. En plena madurez deportiva, el 'hombre de hielo' conserva su innegable velocidad, acompañada de una privilegiada visión de carrera y, sobre todo, cuidado de la mecánica.

Lotus ha cumplido los pronósticos al dar un salto de competitividad fantástico. Con pequeños pasos hacia delante en los últimos años ya se encuentran en la élite de la categoría. De los puntos a los podios, alcanzando la victoria en 2012 y actualmente aspirantes al Título, una vez solventados problemas en la evolución de épocas pasadas. El trabajo de Eric Boullier en la dirección, unido a un piloto que vale su peso en oro como Raikkonen, han sido claves en este despegue de prestaciones.

Fernando Alonso continúa sumido en un estado de gracia permanente, alcanzando los objetivos de Ferrari en la prueba inaugural. Ritmo de carrera supersónico, agresividad en los adelantamientos y sangre fría en envites de alto voltaje como el de Lewis Hamilton permitieron al español cruzar la meta en segundo lugar.

El F138 parece un potro digno de las manos de Alonso, sin defectos aparentes y con un ritmo de carrera endiablado. El mayor obstáculo hacia una posible victoria lo encontró en su propio compañero de equipo, hipermotivado en cerrarle el paso. Ferrari está en forma, aunque deberá corroborar estas buenas impresiones en las próximas citas.

Sebastian Vettel fue el tercer campeón en subirse al podio. Red Bull destrozó la moral del paddock copando la primera línea de salida. Sin embargo, su rendimiento en carrera fue inversamente proporcional, sufriendo una alarmante degradación de gomas, que se convierte en la primera asignatura pendiente de los de Milton Keynes. El tricampeón alemán salvó los muebles al sumar valiosos puntos para el campeonato.

El miedo escénico de Mark Webber en las salidas, la poca agresividad de Felipe Massa en los adelantamientos y el buen estreno de Hamilton con Mercedes también fueron protagonistas en Melbourne. McLaren se halla en el precipicio de la mediocridad y el regreso de Adrian Sutil fue por la puerta grande, buscando la victoria a pesar de la escasa competitividad de su bólido… 'con dos pares de Pirelli'.

LA NUEVA FÓRMULA 1

El gran estado de salud de la Fórmula 1 moderna es innegable. Igualdad, adelantamientos y sorpresas por doquier se están plasmando en las audiencias. Los neumáticos han vuelto a colocar en una encrucijada a los equipos y a sus ingenieros. La calificación y la carrera se parecen como el día y la noche, convirtiéndose en un verdadero reto alcanzar el equilibrio idóneo en los monoplazas. Red Bull y Mercedes sacaron las garras en calificación, para lamerse las heridas tras la carrera.

Lotus y Ferrari, con rendimientos más discretos el sábado y con las dificultades que entraña ganar posiciones en la pista australiana, se llevaron el gato al agua. La importancia de los pilotos cobra especial valor, teniendo que administrar adecuadamente los nuevos chicles de Pirelli, evitando el graining y controlando en todo momento su temperatura. Realizar un plano es pecado mortal, por lo que, además de rodar al límite, deben ser cuidadosos en las frenadas.

Las dos zonas de DRS fomentaron los duelos, permitiendo adelantamientos que hubiesen sido una quimera en la escasa recta de meta. Las estrategias permanecen ligadas al desgaste de ruedas y a esquivar el trafico. El abanico es amplio, como lo demuestran las actuaciones de Raikkonen, Alonso o Sutil durante el Gran Premio.

Dirección de carrera tomó una decisión polémica al suspender la calificación por lluvia. Las excelentes medidas de seguridad, presencia de neumáticos de lluvia extrema y la disputa de la Q1, ponen en entredicho una decisión que restó emoción a un fin de semana que no ha decepcionado. Una medida que atenta contra la Fórmula 1, cuya historia va ligada a la épica y la lluvia.

SE REANUDA EL COMBATE

Sin tiempo de reacción, este fin de semana se reanuda la actividad en el circuito de Sepang. Un trazado técnico, donde priman las curvas de alta carga aerodinámica y dos potentes rectas en el tercer sector. La anchura del circuito favorece a los adelantamientos, propósito principal de su creador, Herman Tilke. Malasia suele ser una carrera de supervivencia, que pone en jaque la forma física de los pilotos y la fiabilidad mecánica de los monoplazas, especialmente la refrigeración.

La temperatura malaya y el asfalto del trazado derriten los neumáticos, prometiendo múltiples paradas en caso de disputarse la carrera sobre seco. El clima, al igual que en Spa, toma un papel relevante, con abundantes precipitaciones que pueden alterar el orden de la prueba en cualquier instante.

En 2012, la potencia de motor de McLaren se impuso en calificación, mientras que el talento y las astucia de Alonso salieron victoriosos bajo el diluvio. Precisamente el español es el piloto más laureado de Sepang, empatado con Michael Schumacher a tres victorias.

La recuperación de Red Bull es una amenaza para el resto de rivales, las elevadas velocidades puntas favorecen las galopadas de Il Cavallino Rampante y Lotus aboga por acariciar los Pirelli, como arma principal en busca de la victoria. A McLaren no se le espera en circunstancias normales, mientras que Mercedes continúa siendo una incógnita.

El hielo, al igual que el fuego, quema y eso es lo que hizo Raikkonen con las esperanzas de sus rivales, en un inicio de temporada prometedor. 'Iceman' solo ha sido la punta del iceberg de un espectáculo que acaba de comenzar. Que Malasia no defraude.