Actualmente, el equipo austríaco es el rival a batir y de ahí que sus competidores busquen incansablemente la forma de batirles y romper su hegemonía, no solo con ingenios sino también a golpe de talonario para arrebatarles a sus hombres importantes.

En Ferrari, por ejemplo, ya han dejado caer que irían a por Vettel en el momento que Fernando Alonso decidiese dejar la Fórmula 1 y es un secreto a voces que hicieron en su día una oferta multimillonaria a Newey para reclutarle la cual fue rechazada por el británico.

Así, ambos pilares del equipo Red Bull han declarado que están contentos donde están ahora mismo y solo piensan en seguir triunfando como hasta ahora:

"Red Bull es un gran equipo para trabajar en él", decía el brillante ingeniero, considerado por el propio Christian Horner como el mejor de la historia en este deporte. "Siempre he mantenido que no quiero pasarme toda mi carrera en las carreras de coches y desde luego tampoco en F1, pero ahora mismo lo estoy disfrutando y mientras sea así y la gente me ofrezca trabajo, seguiré haciéndolo", continuaba.

El británico apuntaba al trabajo en equipo, sin nadie sobresaliendo por encima de otro, y a la creatividad como las claves del éxito de Red Bull. "En este equipo mantenemos los egos y políticas al mínimo e intentamos mantener un ambiente en el que no se señale con el dedo. Fomentamos la creatividad y nuestros resultados y títulos demuestran que ha valido la pena", añadía el único diseñador que ha ganado Campeonatos de Constructores con tres equipos distintos (Williams, Mclaren y Red Bull).

Por su parte, Sebastian Vettel hablaba de lo cómodo que está en el equipo de las bebidas energéticas, su relación con Newey y las ganas que tiene de seguir mejorando. El joven alemán debe parte de su éxito a los grandes diseños del británico pero no todo, ya que su pilotaje y crecimiento durante estos años le han colocado como uno de los mejores pilotos del panorama.

Sus marcas con Red Bull en sus primeras 100 carreras con ellas son son destacables: 26 victorias, 46 podios, 36 poles y tres Campeonatos del Mundo. Estas cifras reflejan, de alguna forma, el dominio de los austríacos en los últimos años, algo que no se veía desde la época hegemónica de Ferrari con Michael Schumacher y Ross Brawn.

"Necesitas estar contento en el equipo en el que estás y es esencial tener un monoplaza competitivo. Ahora mismo tengo ambas cosas", confesaba Vettel. "Es por esto que Adrian es tan brillante. Me da confianza y diseña coches meteóricos. Es una experiencia increíble trabajar con él y creo que podemos hacerlo incluso mejor", finalizaba.