La Fórmula 1 quiso este año darle un plus de protagonismo a la ceremonia del podio. Para modernizarlo, instaló banderas electrónicas para sustituir a las anteriores de tela, pero también comenzó a realizarse entrevistas a los ganadores conducidas y presentadas por ex pilotos. Así pues, esta temporada hemos visto a Niki Lauda, pasando por Eddie Jordan, David Coulthard o Martin Brundle entre otros formularles preguntas a los tres más rápidos del Gran Premio al finalizar el ritual del champagne.

Sin embargo, en el pasado GP de Abu Dhabi, Coulthard tuvo que pedir disculpas a la afición por decir palabrotas en el podio junto a Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel. A este respecto, la FIA ya ha tomado medidas y ha pedido a los pilotos que moderen su lenguaje ante los medios de comunicación y los fans.

"Estoy 50-50 en eso", respondió Mark Webber cuando se le preguntó sobre las entrevistas en el podio. "Es difícil controlar tus emociones porque estás lleno de adrenalina, estás entusiasmado".

De esta forma, el australiano ha admitido que estaba "cabreado" después de ganar en Silverstone este año, cuando tuvo que compartir el podio con "miles de dignatarios".

"Aparte de eso también necesitas banderas reales. Las electrónicas son una porquería", añadió el piloto de Red Bull.