En el caso del ganador de la carrera, Kimi Raikkonen, éste recordó cómo los medios le ponían a parir por no sonreír lo suficiente tras sus anteriores victorias, mientras que Vettel utilizó la palabra "cagarla", no sólo con Coulthard en el podio sino también en la conferencia de prensa posterior.

En esta conferencia, el de Red Bull comentaba así su incidente con el Toro Rosso durante el primer período de Safety Car, donde se llevó por delante uno de los paneles que marcan la distancia de frenada: "Pensé: bueno, ahora el alerón delantero está jodido".

Así, Coulthard comentó a Gulf News que este comportamiento era embarazoso: "Fue embarazoso porque sale en directo en toda la cobertura televisiva. Supongo que en realidad no disfrutan demasiado haciendo estas entrevistas en el podio".

Por otro lado, según reporta The Guardian en palabras de Richard Williams, los equipos y pilotos usan este tipo de lenguaje como arma para censurar información a los equipos rivales.

"Investigando sobre los protocolos que rodean a este tipo de espionaje supervisado [n.d.r: El que realiza el propio Charlie Whiting pinchando las radios de los equipos a su antojo], hice un descubrimiento interesante. A pesar de que los equipos no tienen ningún tipo de control sobre la selección de los fragmentos (que se pinchan), tienen un arma a su disposición: cuando pasan información que quieren ocultar a los demás, se aseguran de que una obscenidad forme buena parte de la conversación".