La Scuderia ha explicado que su iniciativa parte con "la esperanza de que las autoridades indias e italianas hallen pronto una solución" para los dos marines transalpinos retenidos en el país asiático acusados de asesinato, tras presuntamente abatir a dos pescadores indios que habrían confundido con piratas somalíes.

Hasta el momento el gobierno indio se ha negado a alcanzar un acuerdo, mientras que Roma presiona para que los marines regresen a su país, donde serían juzgados de acuerdo a la ley italiana. Como respuesta, Italia ha llamado a consultas a su embajador en Nueva Delhi, confirmando de este modo su "fuerte desagrado" con la gestión del accidente por parte de India.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Giulio Terzi, ha dado la bienvenida al apoyo de Ferrari, y en declaraciones a La Gazzetta dello Sport apuntó: "Esto demuestra a nuestros marines que tienen el respaldo de toda la nación".

Sin embargo, esta acción entra en conflicto con el Artículo 1 del estatuto de la FIA, que recoge que el órgano de gobierno de la F1 "se abstendrá de manifestar discriminación racial, política o religiosa en el curso de sus actividades y de emprender acciones en este sentido".