La situación interna del equipo Toro Rosso sigue sin esclarecerse, pues la continuidad de su director técnico, Giorgio Ascanelli, en el equipo es una incógnita. Ni siquiera los miembros de la escudería parecen saber lo que está pasando. La formación de Faenza se reunió con Daniel Ricciardo para hablar de la próxima temporada en Alemania, pero el italiano no estuvo presente. "En Hockenehim hubo negociaciones y Giorgio estaba ausente", comentó Daniel Ricciardo a la prensa australiana. "Sea lo que sea lo que está pasando se resolverá después de las vacaciones".

El parón de agosto es, para Daniel, el mejor momento para recapacitar y pensar sosegadamente: "Quizá haya pasado en un buen momento, así todo el mundo puede pensar. Quizá sea bueno y, en Spa, quizá todo vuelva a la normalidad; o podría haber cambios". Estos cambios y estas reconsideraciones hacen al propio Ricciardo pensar en su futuro, todavía incierto. Pero él tiene claro que le gustaría seguir en Toro Rosso: "No tengo confirmado lo qué haré la próxima temporada, pero estaría contento si me quedara otro año aquí para mejorar y ver qué pasa".

No es un secreto que Ricciardo aspira a pilotar para Red Bull, pero él mismo reconoce que su actuación no se puede asemejar a lo que Sebastian Vettel logró en su paso por el equipo en 2007 y 2008. "A menos que logremos algunos podios o hagamos algo extraordinario, nunca creí que ocurriría el año que viene", afirma sobre su supuesto ascenso reemplazando a Mark Webber en 2013. El objetivo del australiano es trabajar y aprender para aspirar a un volante en Red Bull en el futuro.