Hace unos años, hablando de la tremenda superioridad de Michael Schumacher, decíamos que el alemán de Ferrari tenía la 'suerte del campeón', pues además de ser competitivo en la pista, a sus rivales les sucedía una serie de catástrofes que impedía que nadie le hiciera sombra. Fernando Alonso en Ferrari no tiene desde luego tanta ventaja ni suerte respecto a sus contrincantes, pero la carrera de Hockenheimring parecía diseñada para que el español ganara en territorio alemán.
Una torrencial lluvia el sábado eliminó las ventajas de velocidad de McLaren y Red Bull, bajo la que Fernando volvió a dar un recital de pilotaje hasta lograr la Pole; penalización para Mark Webber por cambiar la caja de cambios; en la carrera, además de mantener un buen ritmo sin tener el coche más rápido (como él mismo dijo tras la carrera), sus rivales fueron acosados por la mala suerte: Hamilton pinchaba en la primera vuelta y luego se empeñaba en destrozarle la carrera a Vettel desdoblándose. Éste, por su parte, se autoeliminaba adelantando a Button en la penúltima vuelta por fuera de la pista, recibiendo una penalización de 20 segundos que le mandaba al quinto lugar y le aleja todavía más de Alonso en el mundial. Sólo Jenson Button mantuvo un fin de semana 'relajado' y logró el segundo lugar el domingo. Kimi Raikkonen vuelve así al podio (aunque no físicamente) y ya es cuarto clasificado en el mundial.
Destacable también la actuación de Kamui Kobayashi, que continúa siendo el piloto que mejor rentabiliza el espectáculo sobre la pista, con maniobras llamativas que, a diferencia de sus compatriotas precedentes en Fórmula 1, no siempre acaban con el coche destrozado: sube al cuarto lugar en Alemania y al décimo del Mundial. Por su lado, Mark Webber mantiene su segunda posición en la clasificación general, pero Alonso se le escapa a 34 puntos.
ALONSO, ÚNICO CON TRES VICTORIAS
Esta vez no podemos hablar de ningún fallo: ni de Ferrari ni de Fernando. No hubo error estratégico –en realidad en Maranello aseguran que nunca ha habido ninguno, sino estrategias más o menos arriesgadas–, ni fallo mecánico ni desde luego de pilotaje. El F2012 se ha mostrado tan competitivo en una pista seca y en condiciones normales de carrera que parece mentira que las declaraciones de Alonso hoy puedan incluir alabanzas a la velocidad punta y a la tracción de su coche, después de los eternos problemas arrastrados desde la primera carrera.
Pero así fue: pese a estar a tiro de Sebastian Vettel primero y de Jenson Button después, Alonso podía defenderse de ambos con más o menos soltura. Y su victoria no fue agónica, como estamos acostumbrados con la caída del rendimiento de sus neumáticos en las últimas vueltas. De Jenson Button pudo librarse en los últimos compases incluso aunque éste tenía activado el alerón trasero móvil en el tramo anterior a la horquilla. Alonso fue separándose poco a poco hasta que construyó una ventaja superior al segundo, lo que le sacaba del alcance del inglés y le mandaba directamente hacia la victoria, pudiendo incluso frenar en la meta para saludar tranquilamente a su equipo.
Todo Ferrari celebra por lo tanto otra victoria de equipo, la tercera de la temporada, y convierte a Fernando Alonso en el único en ganar tres veces este año. Alonso continúa con su récord de efectividad puntuando en otra carrera –es la vigesimosegunda consecutiva–, mientras que su compañero, Felipe Massa, representa todo lo contrario: otro error del brasileño cuando estaba empezando a recuperarse. Felipe chocó en plena arrancada al calcular mal la distancia con el coche de Daniel Ricciardo, y destrozó su alerón y su carrera. Si Ferrari no domina ambos mundiales es por su culpa; a los de Maranello les falta su aportación para escalar en el Mundial de constructores, y continúa segundo seriamente amenazado por McLaren. Massa parece seguir siendo, desgraciadamente para los italianos, la pieza que no encaja en este engranaje ya perfectamente engrasado.
SANCIÓN A VETTEL: SCHUMACHER LO HIZO HACE NUEVE AÑOS
Hace nueve años un alemán intentaba escalar una posición del podio adelantando a Jarno Trulli, que rodaba segundo, en el Gran Premio de Alemania. A nueve vueltas del final, tras una larga persecución, Michael Schumacher lo intentaba en la horquilla de Hockenheimring estrenada el año anterior. El alemán se pegó al Renault azul tras la larguísima curva parabólica y cogió el exterior en la frenada. El Ferrari todavía estaba ligeramente por detrás de Trulli cuando ambos giraron. Jarno abrió la trazada hasta usar todo el piano exterior, obligando al Ferrari a salirse de la pista. Michael, en vez de decelerar y aceptar la derrota, usó el asfalto de la escapatoria para acelerar y alcanzar la velocidad suficiente para, en la recta siguiente, sobrepasar al Renault. Una maniobra calcada a la que Sebastian Vettel realizó en el Gran Premio de Alemania el pasado fin de semana.
La diferencia, quizá, es que Michael regresó a la pista aún en paralelo con Trulli, y sobrepasó al Renault ya en la pista, mientras que este año Sebastian había adelantado a Button completamente fuera de la pista y regresó a ella ya por delante del piloto inglés. Sin embargo y en ambos casos, tanto Schumacher en 2003 como Vettel en 2012, los dos usaron la escapatoria para acelerar y lograr adelantar. Pero la gran diferencia es que Michael no fue penalizado y Sebastian sí. Curiosamente el director deportivo de Ferrari en 2003 es el actual presidente de la FIA: Jean Todt.
FELIZ CUMPLEAÑOS
La carrera alemana no fue especialmente divertida, ni siquiera estratégicamente. Muchos siguen echando de menos el viejo Hockenheimring, pues al menos regalaba imágenes espectaculares con los coches a toda velocidad por un trazado único ya desaparecido bajo la frondosa vegetación. Pero la insulsa nueva pista ha sido escenario de interesantes resultados, como el de Pedro de la Rosa, vigesimoprimero por delante de su compañero de equipo e incluso del Marussia de Timo Glock.
Sin embargo, fue Fernando quien levantó de los asientos a los espectadores. Y aunque tuvo que lidiar con la presión de Sebastian Vettel primero y Jenson Button después, Ferrari ha dado la vuelta a la temporada desde las primeras pruebas en Jerez de la Frontera, cuando el rendimiento del F2012 decepcionó a todo el equipo y a sus seguidores. La escudería italiana ha dado una buena muestra de cómo sobreponerse a las adversidades con trabajo y constancia, con fe y confianza. El F2012 era dos segundos más lento que sus rivales en Jerez, y estaba un segundo y medio por detrás en la clasificatoria de Australia. Ayer entró siete segundos por delante del McLaren MP4-27 de Button.
En una temporada que calificamos como la más reñida en las últimas temporadas, Alonso podría tomarse vacaciones este fin de semana, no correr en Hungría y, pese a todo, seguir siendo líder: tiene 34 puntos de ventaja con Mark Webber, segundo clasificado. Pero todos sabemos que eso no va a ocurrir: Alonso regresará este fin de semana a la pista en la que logró su primera victoria en 2003; y si el domingo Ferrari mantiene su inteligente manera de afrontar los Grandes Premios y el español vuelve a lo más alto del podio, sería un bonito regalo: ese mismo día cumplirá 31 años. Quizá le canten en pleno podio. Una buena manera de superar la crisis de los 30.
