Trulli, de 37 años, corre en un equipo de posibilidades limitadas, lo que no debe ser tarea fácil, especialmente tras haberlo hecho durante varios años para la desaparecida escudería Toyota, uno de los equipos con el presupuesto más abultado en la última década de la Fórmula 1.

Él estuvo antes en Renault, antes de que Fernando Alonso se fuese a la escudería McLaren; tenía también experiencia tras haber pasado por equipos más pequeños como Jordan, Prost o Minardi. Pero Trulli admite que Caterham será el desafío más difícil de todos.

La temporada pasada, por ejemplo, luchó por el ritmo con un sistema de dirección asistida que era incapaz de adaptarse. "Fue un gran problema", dijo Jarno Trulli en la Gazzeta dello Sport. "No teníamos recursos, y por ser un equipo pequeño había otras necesidades más importantes. Tengo que admitir también que ese problema lo tuve en otros equipos en los que estuve. Pero ellos eran más 'grandes' y lo pudimos resolver con rapidez".

"La gente no se da cuenta lo difícil que es comenzar desde cero, como ya tuvimos que hacer. Al principio de mi carrera lo hicimos con Minardi, pero esta vez va a ser más difícil", afirma el italiano al rotativo deportivo.

Se rumorea que Trulli, a pesar de tener el asiento asegurado, lo podría perder en beneficio de un piloto con el respaldo de un patrocinador. "Tengo confianza en el equipo", afirma Trulli. "A lo largo de los años hemos hecho un gran progreso, aunque desde el exterior no se haya visto. El objetivo para este año es mayor que en el 2011. Ahora tenemos más experiencia, más recursos y más gente".