"He entrado en Williams porque creía en el proyecto, creía que en el tipo de estructura que tienen, en sus magníficas instalaciones…", confiaba Rubens Barrichello a ITV-F1.

El equipo de Fórmula 1 que vivió sus años de gloria en los ochenta y principios de los noventa, ha visto reducido su rendimiento en los últimos años, en los que ha descendido a la parte baja de la parrilla.

Esta temporada en particular ha supuesto el peor inicio de temporada de la historia del equipo de Grove, que ante su decepción tan sólo han sumado cuatro puntos en ocho Grandes Premios.

El pésimo inicio del equipo, ha dado lugar a cambios en la estructura interna del equipo, con la dimisión de Sam Michael y Jon Tomlinson que abandonarán la escudería al final de temporada cuando vencen sus contratos.

A principios de esta semana, se confirmó que Jason Somerville y Gillan Marcos se incorporarán como jefe de aerodinámica y jefe de operaciones respectivamente, con lo que se suman al ya anunciado contratado Mike Coughlan, ex de McLaren implicado en la trama de espionaje de 2007.

Los cambios han provocado una reacción en Barrichello, quien cree que Williams puede volver a sus días de gloria y está convencido de que quiere ser parte de ese resurgimiento, comenzando por su renovación para el año 2012.

"Así que no hay ningún 'pero' ahí, hay un montón de 'sí' y hay mucho recorrido para mejorar", sentenciaba el brasileño.

"Es muy triste que no tengamos un coche competitivo este año, porque teníamos un buen monoplaza el pasado año pero hemos tenido que construir sobre lo que no hicimos”, explicaba, "el año que viene tiene que haber una gran mejora, tiene que ser algo grande, y quiero ser parte de ella como lo he sido durante los dos últimos años, y es por eso por lo quiero estar presente para asegurarme de que estamos, en realidad, dando un paso al
frente".