La segunda generación de la ‘víbora’ fue introducida en el mercado allá por 1996 y su retirada del mismo se produjo en el año 2002, dando paso a una nueva entrega que introduciría cambios importantes tanto en la parte estética como mecánica. Es por ello que muchos coleccionistas se decantan por las primeras generaciones del Dodge Viper, siendo el ejemplar de las imágenes todo un reclamo para ellos ya que no solo está en perfectas condiciones, sino que también exhibe un kilometraje bastante bajo dada su edad.
Como recién salido de fábrica
La unidad en cuestión está pintada de un color azul muy utilizado en las versiones GTS de la época, acompañado por dos franjas de competición blancas. Algunas de sus claves estéticas son la presencia de un capó con una entrada de aire central, paragolpes delantero con luces antiniebla integradas, techo de ‘doble burbuja’, un alerón trasero integrado, así como unas salidas de escape que cambian la posición lateral de la primera generación por una ubicación central en la parte trasera del vehículo. El coche también cuenta con unas llantas de 17 pulgadas en aluminio pulido, montadas sobre unos neumáticos Michelin Pilot SX en medidas 275/40 delante y 335/35 detrás.
Entre el equipamiento de serie del Viper GTS destacan unos asientos ajustables manualmente tapizados en cuero negro con un salpicadero, alfombrillas y paneles de puertas a juego. La ‘víbora’ también cuenta con un aire acondicionado, pedales ajustables y un estéreo CD firmado por Alpine, mientras que el volante presume de un airbag que llegó al Viper en esta segunda generación. El cuadro de mandos cuenta con un velocímetro que registra hasta 200 mph y un tacómetro cuya zona roja comienza en las 6.000 rpm. Así mismo, los característicos medidores de temperatura del refrigerante, presión de aceite, nivel de combustible y voltaje de la batería se ubican en la parte superior del salpicadero.
Motor V10 atmosférico
Pero, sin duda, el verdadero reclamo de este automóvil es su enorme propulsor V10 de aspiración natural, un bloque que podría tener cabida en un camión de la época, pero que Dodge decidió instalarlo en el vano motor del Viper. Cubica 8.0 litros y produce 456 caballos de potencia, digeridos por una caja de cambios manual de seis velocidades que se encarga de trasladar los 664 Nm de par máximo al eje trasero con la ayuda de un diferencial de deslizamiento limitado. Unas cifras bastante respetables para un deportivo de finales de los años 90.
Bring A Trailer es la compañía encargada de encontrarle nuevo propietario a un Viper que se registró por primera vez en Nueva York y pasó un tiempo en Illinois, Carolina del Norte y Florida, donde fue adquirido por el concesionario vendedor en 2021. La subasta termina en seis días y la puja actual es de 47.000 dólares, unos 41.350 euros al cambio. ¿Le harías un hueco en tu garaje?
