¿Alguna vez has dado golpes al volante de tu coche cuando sonaba por los altavoces una canción que te gustaba? ¿Algo de rock, dance o pop o por qué no, salsa? Eso es lo que le ocurría a Gregor Hanuschack, así que empezó a darle vueltas a la idea de crear un aparato que se instalaría en el volante y que, al golpearlo, emitiese el ruido de una batería de música. Dicho y hecho.
Tras patentar su idea y diseñar varios prototipos, Hanuschack creó Smack Attack RITW, compuesto por una tira que se adhiere al volante con ocho sensores instalados y una aplicación para iPhone. Cuando el ‘conductor-músico’ instala la protección en el aro exterior de la dirección (no entorpece al airbag en caso de saltar tras un choque) y sincroniza su smartphone con el equipo de audio del coche, el sistema está listo para emitir sonidos similares a los de los elementos que componen una batería: platillos, bombo, toms de aire o de piso… Se selecciona la canción de turno con la aplicación y comienzan los toques.
Además, existe la posibilidad de que se conecten varios conductores que tengan el Smack Attack instalado y hagan una sesión en vivo.
Su creador asegura que, lejos de reducir la atención que se debe prestar a la conducción, este aparato ayuda a combatir lo que se ha denominado como “hipnosis de carretera”, que no es otra cosa que la monotonía unida al cansancio.
Estará a la venta en breve en Estados Unidos desde 99 dólares. De llegar a España, ¿qué dirán desde la DGT?