Nvidia está ofreciendo a la industria automotriz un tipo de inteligencia artificial generativa que puede recrear virtualmente un cruce y añadirlo a una memoria con cientos de intersecciones diferentes. Desde enero, las acciones de Nvidia casi han duplicado su valor, rozando los 1.000 dólares con un valor total de 2.300 millones, lo que cuadruplica el valor de Tesla. Los principales clientes de Nvidia incluyen a Mercedes-Benz y su sistema multimedia MBUX, Jaguar Land Rover, Volvo, Polestar, Lucid y los robotaxis Zoox de Amazon y Cruise de General Motors.

Imagina que tu coche autónomo acaricia sus frenos, o levanta el acelerador si es eléctrico, cuando su cámara frontal encuentra una señal de stop. Su unidad de procesamiento gráfico (GPU) no se limita a buscar imágenes en línea de señales de stop para entender lo que significa ese octógono rojo. En lugar de eso, recrea la intersección y la añade a cientos de otras intersecciones que guarda en su mente para poder comprenderlas en sus múltiples variedades.

Ésa es la inteligencia artificial generativa que Nvidia está ofertando con gran éxito en los últimos tiempos. Es la diferencia entre montar una IA real en tu coche y la pléyade de sistemas de autoaprendizaje que los robotaxis emplean en unos pocos núcleos urbanos. Así lo explica Danny Shapiro, vicepresidente de asuntos de automoción para Nvidia, la compañía más apetecible del Nasdaq.

Es la clase de diferencia que alucina a los entusiastas de la IA generativa, y puede que aterrorice a esos amantes de la conducción que tienen sus reservas sobre los vehículos autónomos.

Gracias a su impulso mediático en las últimas semanas, las acciones de Nvidia casi han duplicado su valor desde enero, acercándose a los 1.000 dólares por acción con un valor total de 2.300 millones, más de cuatro veces el valor total de Tesla.

Las palabras de Shapiro se produjeron via Zoom ante la Automotive Press Asociation del pasado miércoles, durante la conferencia GTC de Nvidia en el San Jose Convention Center (California, EE UU), liderada por su CEO y fundador Jensen Huang y donde mostraron su nueva arquitectura Blackwell para procesadores, nombrada así en honor al matemático de la Universidad de Berkeley David Harold Blackwell.

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San Francisco Chronicle/Hearst Newspapers via Getty Images//Getty Images

La división de automoción de Nvidia todavía representa menos del 10% de la compañía, según Shapiro. Las Tres Grandes de Detroit no son aún clientes preferentes, si bien sí recurren a sus servicios de almacenamiento de datos. Así lo cuenta: "Hace años, cuando llegué a Detroit, nadie sabía quién era, o con quién quería entrevistarme".

Huang considera los centros de datos de Nvidia como las fábricas del futuro y, de hecho, sentar las bases de una factoría es una de las tareas que esta plataforma IA puede realizar. La compañía sueña despierta con modernos robots portando piezas pesadas de automóvil, como paneles de puerta, hasta la estación de ensamblaje. Se acabarán los robots pesados y violentos, separados de los trabajadores por jaulas.

Los chips de Nvidia ya se encuentran en algunos vehículos de lujo y alta tecnología. Los principales clientes incluyen a Mercedes-Benz y su sistema multimedia MBUX, Jaguar Land Rover, Volvo, Polestar, Lucid, y los robotaxis Zoox de Amazon y Cruise de General Motors. Pero no parece que estos chips vayan a extenderse pronto a los compactos de precio asequible.

"Nos enfocamos en proporcionar los mejores productos en hardware y software que podemos crear", afirma Shapiro. "No fabricamos chips para las masas".

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Josh Edelson//Getty Images

La IA de Nvidia también se orienta a diseñadores e ingenieros, así como los configuradores de coches nuevos, permitiendo a los clientes visualizar su próximo coche con un color y acabado específicos, bien en el patio de sus casas o en su carretera favorita.

Por su parte, de acuerdo con Shapiro, los diseñadores e ingenieros pueden rebajar o ensanchar un nuevo modelo y comprobar estas variaciones en un túnel de viento simulado, con más precisión y eficiencia que los modelos de arcilla en un espacio real.

Llegados al turno de preguntas, el presidente de APA Michael Wayland cuestionó si los fabricantes deberían preocuparse a lo que Shapiro contestó que Nvidia no intentará recorrer el camino de Apple, Google o Amazon para producir su propio coche. "Nos consideramos un socio técnico", asegura. "Los fabricantes codifican su software tomando nuestro trabajo como base". Después de todo, recuerda, Nvidia comenzó su andadura "en los videojuegos. Y no desarrollamos videojuegos".

Vía: Autoweek
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Todd Lassa
Contributing Editor

As a kid growing up in Metro Milwaukee, Todd Lassa impressed childhood friends with his ability to identify cars on the street by year, make, and model. But when American automakers put an end to yearly sheetmetal changes, Lassa turned his attention toward underpowered British sports cars with built-in oil leaks. After a varied early journalism career, he joined Autoweek, then worked in Motor Trend’s and Automobile’s Detroit bureaus, before escaping for Mountain Maryland with his wife, three dogs, three sports cars (only one of them British), and three bicycles. Lassa is founding editor of thehustings.news, which has nothing to do with cars.

Lettermark

Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.