Lanzado a finales de 2023, el nuevo Mitsubishi Minicab EV equipa una batería de 20 kWh que le proporciona una autonomía de 179 km en el ciclo WLTC. Producido en Japón e Indonesia, este kei car eléctrico se ofrece con dos o cuatro asientos por un precio de partida equivalente a 15.023 euros. Con su aspecto cuadrado y una longitud de 3,38 metros, está más orientado a clientes profesionales.

En el universo de los eléctricos tendemos a asumir diseños sumamente estilizados y aerodinámicos, con sistemas multimedia del tamaño de televisores. Pero el nuevo Minicab EV de Mitsubishi no cumple con nada de eso. De hecho, parece como si no se hubiese diseñado en este siglo.

Por supuesto, el Minicab EV es un kei car que busca cumplir con ciertos requerimientos de tamaño vigentes en Japón para su categoría, impulsada décadas atrás como una clasificación fiscal especial. Y se basa en el Minicab-MiEV, el cual a su vez fue lanzado en 2012 sobre una plataforma ya existente.

Como quizá hayas adivinado ya, la autonomía del Minicab EV no es extensa, consecuencia de sus particulares dimensiones; una longitud de 3,38 m proporciona espacio para sólo 179 km según el ciclo WLTC. Mitsubishi menciona que, en la práctica, supone un incremento del 35% en comparación con su antecesor, ya que la batería aumenta un 25% su capacidad hasta los 20 kWh.

Entre otros factores, esto la convierte en una de las baterías más pequeñas jamás instaladas en un eléctrico de producción. Un mérito para un chasis más bien ligero, que pesa casi un tercio menos que el actual Mini Cooper SE. La buena noticia es que apenas requiere siete horas y media para recargar su batería en un enchufe doméstico, e incluso se puede optar por una recarga rápida. Eso sí, no demasiado rápida.

"Sirviéndonos de la experiencia obtenida en el desarrollo y mantenimiento del Minicab-MiEV, el nuevo Minicab EV ofrece una autonomía mejorada así como mejoras en seguridad y confort para responder a las necesidades de los clientes profesionales", afirma Mitsubishi.

El Minicab EV, ciertamente, incorpora modernas tecnologías de seguridad, aunque no cuente con generosas zonas de deformación en el frontal.

the interior of a car
Mitsubishi

La alerta de salida involuntaria del carril viene de serie, junto al sistema de mitigación de colisiones frontales, el asistente de arranque en pendiente y un sistema de mitigación de la aceleración por ultrasonidos. Otras características incluyen una toma de corriente en la parte trasera para máquinas o herramientas, así como la función de frenada regenerativa. Claramente, a la vista de su equipamiento, no está tan obsoleto como parece.

En los últimos 12 años, Mitsubishi ha vendido unas 13.000 unidades de la generación anterior del modelo, por lo que no hablamos de un vehículo de gran volumen de ventas, con una media de poco más de 1.000 unidades matriculadas al año. Al contrario, el Minicab EV ocupa un nicho muy concreto. Ofrecido con dos plazas, su precio base se sitúa en el equivalente a 15.023 euros, mientras la variante de cuatro plazas arranca en los 15.363 euros.

Como añadido, Mitsubishi ha llevado parte de su producción fuera de Japón, comenzando a ensamblarla en su planta de indonesia, donde se comercializa con el nombre de L100EV.

"Con el inicio de nuestra primera producción de eléctricos fuera del país, esperamos satisfacer la creciente demanda de estos modelos en la región asiática y, al mismo tiempo, contribuir a las iniciativas medioambientales del país", afirmó Takao Kato, presidente y CEO de Mitsubishi Motors.

Eso sí, que quede claro: el Minicab EV no saldrá del continente asiático. Sin embargo, otros kei car eléctricos que sí parecen modernos podrían tener sentido para algunos compradores en Europa y Estados Unidos, sobre todo en las grandes ciudades. En Norteamérica, la locura por los kei car ha aumentado sensiblemente en la última década, e incluso algunos concesionarios oficiales de marcas japonesas como Honda se ofrecen a importar kei cars clásicos en sus establecimientos.

Vía: Autoweek
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Jay Ramey

Jay Ramey grew up around very strange European cars, and instead of seeking out something reliable and comfortable for his own personal use he has been drawn to the more adventurous side of the dependability spectrum. Despite being followed around by French cars for the past decade, he has somehow been able to avoid Citroën ownership, judging them too commonplace, and is currently looking at cars from the former Czechoslovakia. Jay has been with Autoweek since 2013. 

Lettermark

Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.