Inventado y patentado por la empresa alemana ProContour pero con vistas de instalarse en las carreteras del Reino Unido, el radar que mide la profundidad del dibujo (recordemos, en nuestro país, el límite legal es de 1,6 milímetros, al igual que en el país inglés) se está probando estos días en las carreteras inglesas con vistas a implantarse en nada en las mismas. La unión entre un láser y una cámara de vídeo de altas prestaciones e imagen HD permiten analizar todas las gomas de los vehículos que pasan por ellos, y no sólo hacerlo con la profundidad, sino que también con la presión y el desgaste de la banda de rodadura.

Cada sensor cuesta cerca de 50.000 euros, tal y como ha confirmado la Asociación de Jefes de Policía británica. Con estos escáneres se pretende concienciar a la población de la importancia del buen estado de las ruedas y, de paso, ‘inventar’ un nuevo sistema recaudatorio.