Hace no mucho tiempo que Dodge decidió lanzar una versión aún más agresiva de su Charger que empleaba una carrocería 'widebody', es decir más ancha, y que presumía de 707 CV de potencia bajo el capó. Una potencia más que sufiente para un deportivo sedán de cuatro puertas, sin embargo estamos hablando de Dodge, una de las marcas más populares a la hora de crear las preparaciones más salvajes y la última que ha llegado al SEMA Show solo puede calificarse como algo simplemente demencial.
Y es que la gente de SpeedKore Performance Group y Magnaflow han creado uno de los Dodge Charger más potentes hasta la fecha, con la friolera de 1.525 caballos de potencia para las cuatro ruedas.
Más agresivo y rico en fibra de carbono
Lo aún más curioso es como se ha creado esta bestia de Frankenstein porque en su origen este modelo era un Charger de policía. Sin embargo SpeedKore con la ayuda de Dodge se hizo con el nuevo Charger Hellcat Widebody para realizarle los escaneos 3D necesarios para crear nuevas piezas con las que elaborar su propio kit de carrocería ensanchado en fibra de carbono. Y no es lo único en este material que podemos encontrar aquí, ya que también los paragolpes delantero y trasero, el capó, o el spoiler y difusor trasero están hecho en carbono.
Con la semilla del diablo
Sin embargo el verdadero secreto de esta bestia está bajo la carrocería, y es que este modelo cuenta con el motor V8 de 6.2 litros de un Dodge Challeger Demon modificado que sustituye su sobrealimentador por dos turbocompresores y una gran cámara de admisión para soportar su enorme fuerza. Exactamente 1.525 caballos de potencia que sería una locura domar si no fuera porque este Charger cuenta con un tracción total. La magia para soportar esta inmensa cantidad de potencia se ha logrado gracias a una transmisión reforzada de Hellraiser, un convertidor de par de de FTI o un eje de transmisión de fibra de Carbono de Driveshaft Shop.
Por supuesto con Magnaflow en el proyecto también se ha modificado el sistema de escape con una opción sorprendente, ya que aunque cuenta con dos salidas más o menos habituales en la parte trasera para cuando este coche circule por la carretera también saca otras dos salidas a cada lado en la zona del guardabarros delantero para cuando se suelta a este diabólico Charger en pista. Una especie de 2x1 que se ajusta rápido y fácilmente a gusto del conductor gracias a un sistema de válvula personalizado. Tampoco falta unas llantas Bogart calzadas en unos neumáticos Mickey Thompson ET Street para redondear un conjunto creado para arrasar en el cuarto de milla.
Lamentablemente por el momento parece que esto será algo así como un one-off creado para un cliente de SpeedKore, así que no esperes ver más de una bestia así en las carreras de cuarto de milla del mundo, o quién sabe, incluso en la carretera.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
