El Kia Stinger es maravilloso. Todo un GT de propulsión trasera (o integral) con un chasis perfectamente afinado, una estética cautivadora y un interior atractivo. Fue uno de los primeros productos diseñados por los talentos que Hyundai/Kia reclutó procedentes de BMW, y se nota. Una pieza fantástica.
Por desgracia, no importa lo fantástico que nos parezca. El cambiante mercado automovilístico, volcado en los crossovers y que cada vez margina más a los sedanes con estilo, a lo que hay que añadir la transición al coche eléctrico, significa que la corta vida del Stinger llega a su fin. Pero antes de que termine su producción, Kia lanzará un acabado final denominado 'Tribute Edition'.
Tan sólo existirán 1.000 ejemplares para todo el mundo, y todos tendrán el mismo color gris mate con pinzas de freno Brembo en negro y llantas igualmente negras. El interior se presenta en piel color terracota con apliques en el salpicadero imitando fibra de carbono. Cada unidad irá numerada y su precio todavía no ha sido revelado, pero seguramente cueste algo más que el Stinger 'normal'.
Lo cierto es que es una pena tener que despedir a este modelo. Fue un coche inesperado, una berlina de propulsión trasera con prestaciones interesantes es un 'shock' cuando procede de un fabricante más conocido por vehículos económicos y sus largos plazos de garantía de siete años.
El Stinger llenaba un cierto lugar, pero parece que no atrajo al suficiente público como para justificar la continuación de su existencia. Kia asegura que el espíritu del Stinger vivirá en otros coches que lance con el emblema 'GT'. Qué pena que este modelo no pudiera aguantar algunos años más.
Travis was an editor at Road & Track. He was previously the Editor-in-Chief of Jalopnik.com.
Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
