El mundo de la Fórmula 1 se volvió contra Max Verstappen después del Gran Premio de Bélgica del domingo, pues sus maniobras les parecieron a muchos imprudentes. El holandés estuvo involucrado en un choque en la primera curva con los dos SF16-H.

Los dos pilotos de Mercedes no se vieron afectados por las maniobras de Verstappen este domingo, pero eso no impidió que el presidente no ejectutivo del equipo, Niki Lauda y Toto Wolff, el jefe de los de Brackley, hiciesen algunos comentarios.

"La crítica de Kimi estaba plenamente justificada y él (Max) necesita un psiquiatra si dice que fue culpa de Raikkonen", ha asegurado el triple campeón del mundo, Lauda, a la televisión alemana RTL. "El joven es el talento del siglo, pero si no entiende que hace algo mal, voy a hablar con su padre Jos para decirle que debe hablar con su niño. Está muy por encima del límite", ha añadido.

El jefe de Red Bull, Christian Horner, sin embargo, defendió a su piloto. "Los pilotos tienden a arreglar estas cosas en el circuito. Fue sin duda al límite. Sin embargo, los comisarios no vieron ninguna razón para iniciar una investigación", ha recordado.

"La FIA no le castiga pero tendrá que soportar una reunión de pilotos muy difícil en Monza", ha expresado Wolff.