Sin querer dar mucho detalle de lo que la FIA sabe sobre el accidente del piloto de Marussia, Jules Bianchi, en el pasado Gran Premio de Japón, el vicepresidente de dicho organismo, José Abed, ha insistido en que el francés era consciente de la situación y que simplemente tuvo mala suerte.

Evitando cualquier ápice de culpabilidad o duda, Abed ha asegurado que todos los pilotos estudian lo que las banderas significan, y que, por tanto, los 22 fueron conscientes de lo que ocurría esa tarde lluviosa en Suzuka, incluido Jules. Por lo tanto, responsabiliza al franco-italiano de su propio accidente.

"El protocolo marca muy claramente que es importante conocer las banderas", dijo Abed hablando con Televisa Deportes Network. "No hay ningún piloto de Fórmula 1 que no se entrene para conocer las banderas".

Así, el vicepresidente de la FIA explica que el piloto aumentó su velocidad ligeramente por encima de lo recomendable y se encontró con una zona de la pista en la que había agua en abundantes cantidades. Además, insiste en que Bianchi era consciente de sus actos y que las medidas de seguridad eran las adecuadas.

"El muchacho (Bianchi) venía rápido de una bandera verde. Se encontró una bandera amarilla. La instrucción de ésta es reducir la velocidad inmediatamente y estarse preparado para detenerse. Tenía dos banderas amarillas: una al principio y otra al final, porque ya no estaba el peligro del rescate del automóvil. Jules tiene la mala suerte de acelerar un poquito más de lo debido, encontrar el charco de agua, y que acabara sucediendo lo que sucedió. Pero las medidas de seguridad estaban en orden, él sabía perfectamente qué estaba haciendo", concluyó reiterándose.