Tal día como hoy hace seis años, un 23 de diciembre, se hacía oficial el regreso de Michael Schumacher a la Fórmula 1, tras tres temporadas de ausencia. A sólo seis días de que se cumplan dos años del accidente de esquí del que se está recuperando, es preciso quedarse con lo bueno, como ya dijeron personajes como Flavio Briatore y Luca di Montezemolo, que prefieren sólo pensar en los grandes momentos que vivieron a su lado y recordar al exitoso piloto de entonces.
Siete títulos; 91 victorias; 155 podios; 68 poles; 77 vueltas rápidas; más de 300 GPs a sus espaldas; 20 temporadas en Fórmula 1 (de ellas, 11 con Ferrari), esos son los números de Schumacher. Sin duda, es difícil decantarse sólo por diez de sus triunfos), muchos se han tenido que quedar fuera en esta selección y seguro que algunas de las más importantes para vosotros aquí no están, así que toda sugerencia vuestra será bienvenida.
Este es mi ‘top diez’ de victorias de Schumacher:
LA PRIMERA
1.- Gran Premio de Bélgica 1992
Fecha y pista: 30 de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps.
Monoplaza: Benetton-Ford B192
Salió 3º y terminó 1º (Podio: Schumacher, Nigel Mansell, Ricardo Patrese)
Sólo un año después de debutar en Spa, en uno de los sus circuitos talismán, el alemán volvió al trazado belga y obtuvo la primera de sus 91 victorias en la Fórmula 1. Además, fue el único primer puesto de un monoplaza que no fuera Williams o McLaren en ese año y supuso toda una demostración de lo bien que se le daba a Schumacher rodar en condiciones difíciles.
Mika Hakkinen, Michael Schumacher y Jean Alesi
Nigel Mansell salía desde la Pole, seguido de Ayrton Senna. El brasileño adelantó al británico en la salida y se puso en cabeza, mientras Michael caía a la quinta posición, ya que Alesi y Patrese le superaron. Cuando apareció en escena la lluvia, todos entraron en boxes salvo Senna, que continuó con slicks, pero la pista se llenaba cada vez más de agua; se hacía evidente que Ayrton había decidido mal y perdía así sus opciones de victoria.
En la vuelta 13 los Williams lograron liderar, con la única amenaza de Michael, que ya había superado a Senna y rodaba tercero. Cuando dejó de llover, Schumacher decidió montar slicks y ese movimiento fue clave para ganar la carrera. Acto seguido, todos copiaron esta estrategia pero ya era tarde y el Káiser estaba por delante.
LA GRAN REMONTADA
2.- Gran Premio de Bélgica 1995
Fecha y pista: 27 de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps
Monoplaza: Benetton-Renault B195
Salió 16º y terminó 1º (Schumacher, Damon Hill, Martin Brundle)
Tras un accidente durante una clasificación disputada en mojado, Michael salía desde la posición 16ª pero no tardaría en adelantar a coches y escalar pronto parrilla arriba. La estrategia lo fue todo en una carrera de nuevo con lluvia, en la que Schumacher logró imponerse a Hill con una ventaja de casi 20 segundos.
Damon Hill y Michael Schumacher
EL ADELANTAMIENTO
3.- Gran Premio de Europa 1995
Fecha y pista: 1 de octubre en el circuito de Nürburgring
Monoplaza: Benetton-Renault B195
Partiendo 3º terminó 1º (Schumacher, Jean Alesi, David Coulthard)
Si hay una razón por la que esta carrera haya destacado frente a las demás es el valiente adelantamiento que protagonizó Schumi a dos vueltas para el final, que le garantizó su 19ª victoria. El alemán volvió a crecerse ante las condiciones meteorológicas que impusieron a la lluvia como un integrante más de la parrilla.
La prueba comenzó con la pista mojada pero se fue secando progresivamente. Alesi, aunque partió con gomas de seco, supo montar los neumáticos adecuados en el instante preciso y gracias a eso pudo distanciarse hasta 30 segundos del resto de la parrilla. La mayoría de pilotos habían empezado con gomas de lluvia así que tarde o temprano tendrían que parar.
Cuando Schumi realizó su segunda parada, en la vuelta 52, salió por detrás de Alesi, en segunda posición; sin embargo, a sólo dos giros para el final, Michael estaba decidido a adelantar al francés. Lo intentó primero por el interior, pero Jean supo defenderse. Ambos monoplazas rodaron en paralelo durante varios segundos pero Michael se quedó atrás. De repente, el Káiser salió de detrás del Ferrari 412T2 de Alesi y fue a por todas en la chicane, en la que por fin le logró dejar atrás. Los mecánicos de Benetton celebraron ese movimiento, pues le aseguró la victoria a su piloto.
LA PRIMERA PARA FERRARI
4. Gran Premio de España 1996
Fecha y pista: 2 de junio en el Circuit de Barcelona-Catalunya
Monoplaza: Ferrari F310
Partiendo 3º terminó 1º (Schumacher, Alesi, Jacques Villeneuve)
Desde el año 1983 que Ferrari no lograba un Campeonato de Constructores. Así pues, decidieron fichar a Michael Schumacher para que corriese para ellos. Un piloto con dos títulos ya a sus espaldas y con el que esperaban ganar de nuevo, para acabar con el dominio alterno de los últimos años de Williams y McLaren. Ésta supuso la primera victoria del piloto alemán con los de Maranello en otra lección de pilotaje maestro del Káiser bajo la lluvia.
Ferrari aplaude la victoria de Schumacher desde el muro
Michael adelantó a Alesi y a Villeneuve en la vuelta 35 y venció con 45 segundos de ventaja, doblando a Villeneuve, que terminó tercero, en una carrera en la que sólo acabaron seis pilotos.
GANAR EN BOXES
5. Gran Premio de Gran Bretaña 1998
Fecha y pista: 12 de julio en el circuito de Silverstone
Monoplaza: Ferrari F300
Salió 2º y terminó 1º (Schumacher, Mika Hakkinen, Eddie Irvine)
Hakkinen llegaba a la novena prueba del año, la de Gran Bretaña, como líder con seis puntos de diferencia sobre Schumacher. Aunque el alemán venía de conseguir dos triunfos consecutivos, el finlandés le superó en clasificación y se llevó la Pole.
La carrera del domingo fue sobre lluvia y pese a la presión inicial de Schumacher, Hakkinen comenzó a escaparse. Poco a poco, Coulthard, que era tercero, empezó a acercarse a Michael hasta que le adelantó. El escocés, al intentar luchar contra Hakkinen por la primera posición, se salió del trazado y tuvo que abandonar, así que el Káiser se quedaba con la segunda plaza por el momento.
Michael cumple el Stop&Go en Silverstone
Hakkinen se salió poco después en Becketts, poniéndole a Schumacher la victoria en bandeja. Entonces llegaron rumores de que Michael podía recibir sanción por adelantar a Alex Wurz mientras el coche de seguridad estaba en pista. A sólo dos vueltas para el final, anunciaron que debía cumplir un Stop&Go, pero Ferrari no sabía si debía acatarlo en pista o se le añadirían diez segundos a su tiempo final.
En la última vuelta, ante la sorpresa de todos, Schumacher entró a boxes y, atravesando la línea de meta desde el pitlane, llegó al box de Ferrari, allí cumplió su penalización. El hecho de que los garajes se encontraron tras la línea de meta fue determinante para que ganara la carrera, en un final de prueba en el que los comentaristas no conocían claramente al ganador y la realización tardó en señalarlo en las pantallas. Cuando acabó la ceremonia, Mclaren, el equipo de Hakkinen, protestó, y al tiempo de Schumacher se le añadieron diez segundos, aunque esto no cambió nada en absoluto. Esta carrera siempre se recordará por la inusual manera en la que Michael ganó.
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