El tráfico en un circuito tan corto y estrecho como el de Mónaco es un problema al que se tienen que enfrentar los pilotos año tras año. Siempre hay competidores que se muestran enfurecidos al encontrarse con otro que va más lento en pista por alguna razón y le molesta en la que podría ser su vuelta rápida, situaciones que pueden acabar con una sanción para el que estorba en el intento de marcar un tiempo.

No ha sido diferente en el caso de Daniil Kvyat. El piloto ruso fue molestado en su vuelta rápida en dos ocasiones durante la Q2. Primero se encontró con Lewis Hamilton, quien se encontraba posiblemente en una vuelta de calentamiento. El de Toro Rosso pudo recuperarse de este incidente y ascendió temporalmente al séptimo lugar, pero tendría otro problema en su último intento del día.

Kvyat se encontró con uno de los Ferrari cuando se estaba jugando al pase a la Q3 y sus esperanzas se desvanecieron definitivamente con la bandera amarilla causada por el accidente de Stoffel Vandoorne al final de la sesión. El ruso fue 11º y se quedó a las puertas de pasar de ronda, mostrando claramente su enfado con el tráfico al equipo a través de la radio. Decepcionante resultado para el ruso, que se había mostrado muy competitivo en las sesiones de libres, aunque todavía puede intentar recuperar algunas posiciones en carrera.